La subida del precio medio de los coches acentúa la tendencia a la moderación después de haber escalado hasta niveles que no se recordaban. El último dato del índice de precios de consumo (IPC), correspondiente al mes de julio de 2023, da pie a la esperanza al haberse suavizado el incremento de los precios hasta el 3,6%, el nivel más bajo desde 2021, antes del inicio de la guerra de Ucrania.
En solo un mes, la inflación anual respecto al mismo mes del ejercicio anterior pasó del 5,4% de mayo y junio al 3,6% de julio, 1,8 puntos porcentuales menos de una tacada. Se trata de la cifra más baja registrada desde octubre de 2011, unos meses antes de que Rusia invadiera Ucrania y desencadenara la guerra que todavía dura. El conflicto impulsó la inflación que sufrió el precio de los coches a la venta hasta un máximo del 10,4% en diciembre de 2022.
Por encima del IPC general
Desde ese máximo histórico de encarecimiento, la subida del precio medio de los automóviles nuevos se ha ido frenando progresivamente en lo que llevamos de año 2023. Arrancó en el 8,5%, en enero y desde entonces ha ido encadenando descensos hasta llegar al 3,6% de julio.
Pese a la mejora, el mercado del automóvil sufre todavía unos niveles de inflación sustancialmente por encima del dato global de IPC, que en julio fue del 2,3% tras registrar un incremento de cuatro décima debido, principalmente, a la subida de los precios de carburantes y también al encarecimiento de los alimentos.
A mismo tiempo, el IPC de los coches nuevos del 3,6% está todavía muy por encima de los niveles que había antes de la pandemia, que eran del 1,9%. Durante los meses del parón económico como consecuencia de los confinamientos, la subida de los precios quedó estancada en niveles entre el 1,3 y el 1,5% hasta que la reactivación coincidió con problemas concatenados de escasez de semiconductores y otros componentes y también de logística y de otros costes como los energéticos.
Ayuda a las ventas
La moderación de la escalada inflacionista del automóvil es uno de los factores que impulsan la mejora de las ventas, según apuntan los concesionarios. "La demanda de vehículos se comporta mejor por la moderación de la inflación, la mejora del empleo y la previsión de una buena temporada turística estival", indicó la asociación de concesionarios de Cataluña (Fecavem) para justificar una evolución del mercado por encima de sus previsiones.
El cambio también se aprecia en el aumento del stock y la mayor agilidad en las entregas de los coches de los pedidos. La progresiva desaparición del tapón que suponía la falta de microchips en las fábricas aumenta la oferta de las marcas y, también la competencia. Como consecuencia, los descuentos y promociones están volviendo a los puntos de venta, tal como se puede ver en algunos de los últimos lanzamientos y campañas comerciales de los últimos meses.
La moderación de los precios también se aprecia en el mercado de los vehículos usados, aunque con menos intensidad. En julio, el IPC de los coses de segunda mano pasó del 14,9% al 14,2%, según los datos del INE. Las motos pasaron del 4,4 al 4%, las bicis subieron del 0,6 al 1,4%.