Ahora que acaba de entrar en vigor el nuevo plan Pive 8, planteado como el último, y que se habla de reforma fiscal para el sector del automóvil en los próximos años, puede resultar interesante abrir el horizonte del debate poniendo el foco en un aspecto diferente pero muy importante. ¿Por qué no se puede supeditar la ayuda, directa o a través de rebajas fiscales, a los compradores a que los coches que se compren tengan un buen equipamiento de seguridad?

La idea la ha lanzado Fundación Mapfre en un estudio sobre la incorporación de medidas de seguridad en los nuevos vehículos y su costes. Con el objetivo de acelerar y extender el equipamiento para velar por los ocupantes de los vehículos, el estudio plantea incentivar los dispositivos de seguridad con rebajas del impuesto de matriculación, IVA y circulación de la misma manera que se hace para los turismos con emisiones contaminantes bajas. El paquete de seguridad le costara un 74% más.

El argumento básico es que para el segmento de coches de precio más bajo el paquete de seguridad es opcional en muchos aspectos y puede representar un sobrecoste del 74%. Para la Fundación Mapfre, este dato pone de manifiesto que "la seguridad debería ser mucho más asequible".

El problema principal se centra en un 10% de los vehículos que tienen cualificaciones de menos de cinco estrellas en el organismo de certificación de seguridad vial EuroNCAP. En 2008, la proporción era mucho mayor ya que cuatro de cada 10 vehículos no logró obtener la nota máxima de cinco estrellas.

Al margen de que la mejora de seguridad resulta beneficiosa para todos, incluidas las aseguradoras como Mapfre, el cambio de paradigma en los objetivos puede resultar interesante puesto que no todos los coches nuevos que subvenciona el Pive tienen un nivel de seguridad máximo. Por eso, la cualificación de EuroNCAP podría ser un buen criterio objetivo para condicionar las ayudas públicas o dar un plus por la compra de vehículos más seguros, al igual que sucede con el impuesto de matriculación que está vinculado a las emisiones de CO2.