Cuando Abraham Maslow publicó su cèlebre tratado 'Teoría de la motivación humana' en 1943 no pensó probablemente en una situación como la que estamos viviendo ahora. En lugar de una crisis económica y sanitaria, el filósofo sufrió la Segunda Guerra Mundial, pero su famósa pirámide con las necesidades humanas explican perfectamente porqué el mercado automovilístico español no remonta y profundiza su caída.
En los daros de Anfac, Faconauto y Ganvam sobre el descenso de las ventas de coches en España en septiembre del 13,5% llama la atención el comportamiento muy dispar de los consumidores en función de las comunidades autónomas, Esta vez, Madrid ha tenido un resultado mucho peor que Cataluña, con un descenso del 11,9% frente a un 2,5%, respectivamente. Después de semanas con los contagios disparados y con el temor a un nuevo confinamiento, ¿quién se va a gastar unos 20.000 o 25.000 euros de media en comprar un coche?
Ruido político
El ruido político y la ineficacia en la contención de la pandemia han ahuyentado a los compradores en Madrid, tanto particulares como los grandes flotistas. En su particular pirámide de Maslow, sus necesidades básicas fisiológicas y de seguridad están entredicho debido a la realidad de la propagación de la enfermedad y al efecto del lamentable espectáculo político al que hemos asistido en las últimas semanas.
Con la que está cayendo, los ciudadanos necesitamos certidumbres y gestores políticos eficaces. No hace falta que sean grandes estadistas, pero como mínimo que se pongan en la piel de sus administrados y arrimen el hombro. De lo contrario, los que compran un coche se están convirtiendo en unos valientes a los que hay que hacer un homenaje, más allá de la ayuda económica del Plan Renove y Moves, que todavía no están plenamente en vigor.