Dicen los analistas que un buen indicador para conocer la evolución de la economía a corto plazo es el mercado de camiones pesados. Nadie apuesta por renovar sus herramientas de transporte si prevé un hundimiento del consumo. Según está máxima puede que estemos a las puertas de la recuperación.
Al menos eso confirma Antonio García-Patiño, director general de Mercedes Benz Trucks España, la división de vehículos pesados de la marca de la estrella. “Estamos notando una buena entrada de pedidos, superior a la del mismo periodo de 2020 y el mercado en estas primeras semanas del año ha crecido entre el 6% y el 7%, que será superior en marzo y abril por la comparación con los meses de 2020 en los que se paró el mundo”.
Esos pedidos se irán trasladando de forma progresiva a las matriculaciones de camiones pesados, que en enero pasado registraron un descenso del 2,8% en el caso de los tractocamiones de más de 16 toneladas con 1.353 unidades. Se trata del descenso más moderado de todos los segmentos del mercado de automoción, que en el primer mes de 2021 se desplomó un 51,5%.
Daimler mantiene el proyecto de sacar a bolsa su división de camiones, Daimler Trucks, a finales de año pese a los malos resultados económicos del cierre de 2020 que se acaban de anunciar. Las ventas retrocedieron un 27% en unidades y un 22% la facturación y la rentabilidad sobre ventas bajó cuatro puntos hasta el 2%. Aunque el cash flow se mantuvo fuerte en 2.500 millones, frente a 2.600 en 2019. Pese año el cuarto trimestre de 2020 fue el mejor de la historia de la compañía.
Salida a bolsa
Para el máximo responsable de esta división en España, los resultados están condicionados exclusivamente por una caída del mercado de hasta el 30% en las tres zonas del mundo en las que está presente la compañía: Europa y Turquía con Mercedes Benz, Nafta con Freightliner y Asia (menos China) con Fuso, en las que el grupo vende alrededor de 500.000 unidades al año.
En cualquier caso, hasta el último momento Daimler no decidirá el porcentaje de capital que entre en la OPV. Para García-Patiño esta segregación entre las divisiones de turismos y camiones está justificada por los diferentes clientes, socios tecnológicos y sistemas de propulsión.
“Mientras los turismos están volcados en la electrificación, los camiones pesados inevitablemente tendrán que seguir moviéndose con propulsión diésel cada vez con menos emisiones y más limpios. La única alternativa para los camiones pesados es el hidrógeno y todavía está lejos”, explicó. Las furgonetas y los camiones ligeros para uso urbano si están entrando en la electrificación. Esta semana la empresa valencia Acuaservices recibe el primer Fuso de 7,5 tn 100% eléctrico que tiene una autonomía de 150 km.
Tendencias de futuro
Antonio García-Patiño cree que el futuro del transporte y de los camiones pesados tiende a la flexibilidad y el pago sólo por uso, una demanda a la que los fabricantes de camiones tienen que adaptarse. “Es inevitable, no tiene sentido tener un camión parado, hay que utilizarlo al máximo”, explica. Al mismo tiempo hay una enorme tendencia a la concentración de los transportistas en grandes flotas o grupos para poder hacer frente mejor a la presión de precios.
García- Patiño recuerda que cuando todos estábamos encerrados, hace casi un año, el sector del transporte siguió trabajando sin parar, manteniendo las exportaciones y la alimentación y cree que ese esfuerzo no ha sido reconocido. “El transporte por carretera fue el sector que más se arriesgó y estuvo a la altura”, reconoce.
Reconocimiento al transporte
Aunque se enfrentó a algunos problemas. Por ejemplo, las grandes flotas frigoríficas de Europa que son fundamentalmente españolas, viajaban al norte de Europa cargadas con productos alimentarios y regresaban vacías. La bajada del precio del gasóleo por la caída de la demanda compensó en arte esas pérdidas.
Pese a los meses de confinamiento y a que en 2020 el mercado de camiones cayó un 22,1% en el segmento de más de 16 tn y un 25% entre 6 y 16 toneladas, García- Patiño desveló que las ventas de recambios sólo se redujeron un 2% y las de usados fueron casi igual a las de 2019, que fue un buen año.
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