Los consumidores y también las empresas están hechos un lío. En estos momentos, decidir el modelo de coche que te quieres comprar es algo así como apuesta con un resultado incierto debido a los bandazos de la regulación del diésel, la gasolina e incluso los híbridos y los eléctricos. El resultado de ese cóctel fue un descenso en las matriculaciones de turismos y todoterrenos en enero del 8% que ha sorprendido a la industria y a los distribuidores de automóviles.
Se trata del quinto mes consecutivo con un descenso de las ventas en el mercado español, una racha negativa que no se registraba desde el inicio de la crisis en 2008. En enero la principal novedad fue la caída de las compras por parte de las empresas, que se suma al recorte en el consumo de los particulares, que se redujo un 9,6%, según el informe mensual de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).
Enero acabó por debajo de las 100.000 unidades comercializadas, concretamente con 93.546 frente a las 101.661 de hace un año. Las asociaciones empresariales atribuyen el inicio del año con ese descenso considerable a "la incertidumbre y la confusión que se está generando entre los clientes, con los sucesivos anuncios de prohibiciones y restricciones, sumado a las perspectivas económicas negativas".
El sector pide claridad
Las empresas de renting y las de alquiler también redujeron sus compras con unos porcentajes del 5,5% y del 8%, respectivamente. En los meses anteriores, las flotas de empresas suavizaban el impacto del recorte de las compras por parte de los particulares. El mercado español del automóvil cambió de signo positivo al negativo a partir de septiembre debido a la entrada en vigor del nuesto test de emisiones y consumo WLTP, aunque ese efecto ha dado paso a la incertidumbre.
"Las familias siguen retrasando su decisión de compra por la incertidumbre del mercado y la confusión sobre qué coche adquirir. La demanda se sigue debilitando. Prevemos, en este sentido, un estancamiento de las matriculaciones en el año en curso", indica Noemí Navas, directora de Comunicación de Anfac. De forma paralela, un número creciente de clientes optan por minimizar la inversión comprando un coche de más de 15 años, que al inicio de enero alcanzaron un ritmo de ventas similar al de turismos nuevos.
Por mucho que los vendedores de los concesionarios intenten infundir seguridad a los clientes, esa terapia no tiene resultados positivos por ahora. "El mercado está en “punto muerto” y sería muy importante despejar las dudas que los clientes tienen en cuanto a las diferentes tecnologías disponibles. Los compradores tienen que sentirse seguros a la hora de adquirir un diésel de última generación, gasolina o un vehículo de energías alternativas", asegura Raúl Morales, responsable de Comunicación de Faconauto.