El fabricante de neumáticos Michelin acaba de anunciar un cierre del primer trimestre mejor de lo esperado y confirmó sus previsiones para todo el ejercicio. Las ventas entre enero y marzo aumentaron un 19% hasta los 6.481 millones de euros, incluyendo un efecto favorable del tipo de cambio del 3,4%.
Participa en el Barómetro Auto Mobility Trends 2022, que evalúa el impacto de la crisis de los microchips y la guerra de Ucrania en la movilidad y la automoción.
La compañía, que tiene su sede central en Clermont-Ferrand, reconoció que los incrementos de precios ayudaron a compensar las tensiones inflacionistas que han aumentado por el conflicto en Ucrania y el resurgimiento de Covid en China.
Los responsables de Michelin explicaron en un comunicado que los mercados en 2022 “deberían mostrar un ligero crecimiento, aunque en un contexto de mucha incertidumbre”. La compañía prevé que el crecimiento estará en la parte inferior de la horquilla de previsión inicial.
Efecto de la guerra de Ucrania
Solo en el mes de marzo, la demanda de neumáticos de equipo original, los que se montan en los vehículos nuevos cuando salen de fábrica, cayó un 14%, en un contexto ya afectado por la escasez de componentes electrónicos y de cableado que está lastrando la producción de vehículos.
Pese a las incertidumbres, Michelin mantiene un objetivo anual de beneficio operativo de más de 3.200 millones de euros, a paridad constante, y un cash-flow estructural de más de 1.200 millones.
La guerra de Ucrania ha provocado importantes interrupciones en el suministro desde Rusia, uno de los proveedores de derivados del petróleo, como el negro de carbón. La compañía explicó que las fuentes alternativas de suministro permitirán que Michelin no dependa de Rusia a partir de principios o mediados de junio.