La situación del sector del automóvil está todavía lejos de la normalidad. Pero después de tres años de años de excepcionalidad, podemos encontrar algunos síntomas de mejora o de que los engranajes del sector empiezan a desatascarse. El alivio que han vivido las fábricas en los últimos meses se nota ya en un aumento de la producción y en la alimentación de la cadena de valor.
El inicio de desatasco de la industria y sus efectos balsámicos se pueden apreciar en algunos indicadores clave del sector. El efecto dominó positivo se puede ver en el aumento de las matriculaciones, especialmente en las ventas a empresas de Rent a Car, lo que permite ir liberando miles de vehículos para aliviar los desesperados compraventas de coches usados y sus clientes, que ven cómo los precios han ido escalando ante la escasez de vehículos a la venta para satisfacer la demanda creciente.
El precio de los usados se modera
El agua fresca que suponen los nuevos vehículos usados del Rent a Car parece que puede estar llegando ya al mercado en forma de una desaceleración de los precios. Según los datos de los turismos a la venta en Coches.net, el precio medio de los vehículos de ocasión en España subió un 5,4% interanual en noviembre y llegó a 19.820 euros, lo que indica que "podría estar tocando techo" o estabilizándose en palabras de Marcel Blanes, el responsable institucional del portal de venta de automóviles.
Lo bueno es que la mejora incipiente en los engranajes del automóvil puede ir a más a juzgar por las previsiones del sector de Rent a Car, que ha pasado de ser el gran sacrificado en la crisis a ser el canal que más crece en el mercado. Prevén doblar sus matriculaciones en 2023 y recuperar los ingresos precovid.
Los fabricantes han abierto el grifo a las empresas alquiladoras, a las que redujeron drásticamente sus ventas al no tener coches suficientes y en busca de la máxima rentabilidad con el menor volumen. Ese cerrojazo ha empezado a cambiar, según confirmó recientemente Mikel Palomera, director general de Seat España con motivo de la presentación del Seat León de 130 CV.
Baja el tiempo de entrega
Hay otro indicador que aporta algo de esperanza al sector. Algunas marcas están reduciendo, por primera vez en muchos meses, el plazo medio de entrega de sus vehículos. La mejora se puede ver en algunos fabricantes más afectados por la falta de microchips en los que se había disparado el tiempo de espera de los clientes. Hace unos días, Fidel Jiménez de Parga, director de Skoda España, elogiaba a los clientes de la marca, una de las más afectadas por los parones de producción, porque esperaban estoicamente la entrega de sus vehículos incluso rl pequeño Fabia. Los consumidores se han tenido que aclimatar al nuevo entorno en el que la gran mayoría de marcas sufren demoras en sus entregas.
Ahora solo hace falta que los brotes verdes prosperen y salgan adelante. Dependerá del sector del automóvil pero, sobre todo, del entorno y sus desafíos.