El impuesto de matriculación resurge. Después de haber quedado limitado a un 30% del mercado en los últimos años, el impuesto de matriculación empezará a afectar a más coches a partir de septiembre. La razón es la entrada en vigor del nuevo test de emisiones de gases WLTP, que supondrá elevar los niveles de CO2 declarados hasta ahora por los fabricantes de automóviles. Hasta un 20% de los vehículos que hasta agosto han estado exentos de pagar el impuesto de matriculación no se podrán librar de este tributo con la puesta en marcha del nuevo régimen de exigencia del WLTP. El impuesto de matriculación había quedado relegado a tres de cada 10 coches nuevos debido a que sus emisiones eran superiores a 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. El resto de coches, uno de cada siete, no pagaban el impuesto de matriculación al tener una emisión de CO2 homologada con el anterior test de menos de 120 gramos.
El impuesto de matriculación afectará a coches exentos
La industria había centrado sus esfuerzos en reducir las emisiones de gases y, especialmente, en ofrecer más vehículos por debajo del umbral de los 120 gramos para abaratar su precio de venta al no tener que pagar el impuesto de matriculación. Sin embargo, esa situación cambiará porque entre un 10% y un 20% de esos coches superarán los 120 gramos con el nuevo test WLTP y tendrán que pagar el 4,75% que figura en el primer tramo del tributo, según las estimaciones de la Asociación de Vendedores de Vehículos (Ganvam). Al mismo tiempo, el 30% de coches que actualmente pagan el impuesto de matriculación pueden sufrir un incremento del tipo al subir de tramo de emisiones. Los que superan los 160 gramos de CO2 por kilómetro pagan el 9,75% y los que emiten más de 200 gramos, el 14,75%.
Las ventas caerán un 10% por el encarecimiento
Sobre el papel, los ingresos de las comunidades autónomas por el impuesto de matriculación subirán debido a la regularización del nuevo test WLTP. Sin embargo, el encarecimiento de una parte de los coches provocará una caída de las ventas del 10%, según las estimaciones de Ganvam. El cambio en el sistema de homologación está provocando incertidumbre en las fábricas y una ofensiva de descuentos de los concesionarios y las marcas para reducir su 'stock'. Por ese motivo, los vendedores han vuelto a reclamar la supresión del impuesto de matriculación. Esa decisión permitiría armonizar el mercado español con el de otros países europeos que no tienen un tributo ligado a la matriculación. Ganvam plantea medidas para paliar la reducción de ingresos para las autonomías que supondría la eliminación del impuesto de matriculación, aunque advierte de que hay que buscar una alternativa estable. "Lo deseable sería que en lugar de parchear las medidas de Bruselas, se pusiera en marcha una fiscalidad vinculada realmente al medio ambiente, que trasvase la presión de la compra al uso", ha indicado Lorenzo Vidal de la Peña, presidente de Ganvam. Los vendedores proponen reorientar el impuesto municipal de circulación para que se base en la emisiones en lugar de en la cilindrada y la potencia. "Al vincularlo al CO2 y a la normativa EURO se asociará a la antigüedad del coche y por tanto, se establece un sistema justo de discriminación del coche por su potencial contaminante", sostiene Ganvam.