El Gobierno ha anunciado una buena noticia y también una mala noticia para la movilidad eléctrica. El plan Moves 3 de impulso a la movilidad eléctrica se prorroga cinco meses más, hasta final de este año 2024. Se evita así el temido vacío de ayudas que sufren otros países pero el Gobierno hace oídos sordos a una reforma en profundidad del plan para que las subvenciones sean más eficaces. 


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"Dado el éxito del plan Moves 3, se prorroga hasta el 31 de diciembre de 2024", ha anunciado la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Lo que hacemos es dejar vigente este plan para que también la segunda parte del año sea una oportunidad para la compra de vehículo eléctrico", ha añadido Montero.

El Gobierno cifra en 1.500 millones los fondos públicos destinados al impulso del mercado de la movilidad eléctrica en todas sus líneas. El nuevo tramo del Moves 3 de agosto a diciembre tendrá una dotación adicional de 200 millones más el remanente sin gastar. El Consejo de Ministros también ha solventado el vacío provocado por el fin del Moves para vehículos industriales con una partida de 50 millones adicional para incentivar las compras de camiones y autobuses eléctricos. 

Incentivo fiscal para empresas

Adicionalmente, la responsable de Hacienda ha anunciado un incentivo fiscal para empresas y autónomos mediante la libre amortización en el impuesto de sociedades de las inversiones llevadas a cabo en 2024 y 2025 para la adquisición de vehículos eléctricos y la instalación de puntos de recarga. 

La medida aprobada por el Gobierno con la prórroga del plan Moves 3 no responde a la petición del sector, puesto que había reclamado de forma insistente en los últimos meses una transformación del programa para evitar la demora en el pago de las subvenciones por parte de las comunidades autónomas, que llega o supera en algunos casos los dos años desde la compra o la instalación del punto de carga.

La demanda del sector era que España siguiera los pasos de otros países como Portugal en los que la ayuda se da a los beneficiarios en el momento de la compra de un coche eléctrico o de la instalación del enchufe con el fin de eliminar la barrera que supone el sobreprecio respecto a los vehículos de combustión.

Lo malo conocido

El anuncio del Gobierno evita la desaparición de las ayudas, como ha sucedido en Alemania, lo que ha provocado un desplome de las ventas de vehículos electrificados. Sin embargo, se han confirmado los temores del sector del automóvil a que los cambios quedaran en agua de borrajas. "El trato con los ministerios es muy bueno pero estamos desesperados porque no vemos ningún avance", confesaba hace unos días un destacado dirigente empresarial de la automoción española.

Precisamente la falta de respuesta del Gobierno a las demandas del sector fue el motivo que llevó a Wayne Griffiths a anunciar su renuncia como presidente de Anfac tras mostrarse "decepcionado" con el Ejecutivo y Pedro Sánchez. Unos días después, el Gobierno ha reaccionado con la prórroga del Moves 3, es decir, alargar el escenario actual, en el que las ventas de turismos electrificados han empezado a caer en España.   

La reacción del sector ha sido oficialmente comprensiva y de agradecimiento con el Gobierno, aunque las organizaciones empresariales también advierten que persiste el problema de falta de eficiencia de las ayudas. "El año que viene el mercado eléctrico ha de tener una cuota del 22% en Europa. Hoy en día, en Europa estamos en el 13%, mientras que en España apenas llega al 5%. Tenemos que recuperar 17 puntos porcentuales en un año y hemos visto que, con el sistema actual de ayudas, la electrificación no avanza al ritmo exigido al sector y al país", ha advertido Anfac. 

Críticas con suavidad del sector

El objetivo ahora es trabajar para conseguir en 2025 las reformas pendientes para que el comprador del coche reciba la ayuda en el momento de la compra. "No hay un problema de presupuesto en el Moves 3, sino que tenemos un problema de agilidad y eficiencia", ha añadido Anfac. 

Los términos del Moves se mantienen intactos con un máximo de subvención de 7.000 euros por la compra de un turismos eléctricos y el achatarramiento de un coche de combustión de un mínimo de 10 años. Además se mantiene la deducción fiscal en el IRPF de 3.000 euros.

Para Faconauto, "las ayudas directas a la electrificación no serán realmente eficaces hasta que su tramitación sea más ágil y el comprador no reciba la ayuda en el momento de la adquisición, como viene advirtiendo el sector". Además, considera que "las empresas deberían ser una palanca fundamental para la expansión del vehículo electrificado, por lo que se debería profundizar en los incentivos y ayudas a este segmento".

Por su parte, Ganvam ha reclamado otra de sus peticiones, que también se de ayuda por la compra de un vehículo eléctrico de segunda mano con un máximo de tres años de antigüedad para lograr "una movilidad eléctrica más accesible y una transición ecológica justa".