Dicen los expertos que los pumas son felinos esbeltos, ágiles, adaptables y generalistas. Después de probar el nuevo Ford Puma no podría estar más de acuerdo con esa descripción. Da la impresión de que los diseñadores e ingenieros de Ford han intentado clonar los también llamados leones de montaña en forma del nuevo SUV coupé híbrido Ford Puma que hemos sometido a una prueba a fondo para Car Review & Rating de Coche Global. El resultado lo tienes en esta crónica y en el vídeo en nuestro canal de Youtube.

El Ford Puma es la gran apuesta de la marca norteamericana para entrar en el mercado de los nuevos híbridos suaves aportando además un diseño muy estiloso de un CUV compacto. Se trata de un modelo de nueva creación que repesca la denominación de un coupé compacto que se vendió en Europa hasta 2002. El antiguo Ford Puma fue un modelo atrevido situado entre el Ka y el Fiesta pero que aportaba una dosis extra de diseño y de emoción. Pero no tuvo mucho éxito porque aguantó en el mercado unos cinco años. 

Viendo el nuevo Puma y todo lo que hay detrás de este modelo, está claro que Ford quiere hacer las cosas mejor que en la década anterior. Para eso ha invertido unos 200 millones de euros para fabricarlo en la planta de Craiova (Rumanía). 

Primera impresión del Puma

Como suele ser habitual, Ford nos ha dejado una unidad con la motorización y el equipamiento más altos de toda la gama, con lo que hemos podido comprobar hasta dónde puede llegar este automóvil con alma de felino. Se trata de un Puma de 155 caballos de potencia con un motor 1.0 EcoBoost con cambio manual de seis velocidades y el acabado ST-Line con toques deportivos distintivos como unas llantas de 19 pulgadas, tapicería mixta de cuero y tela con costuras en hilo rojo detalles del mismo color en el salpicadero y un gran alerón trasero que refuerza su línea coupé descendente.

La primera impresión al ver cara a cara el Puma es una exclamación de agradable sorpresa. Su diseño se ve muy armónico, se nota que es un coche pensado desde cero aunque interpreta muy bien elementos característicos de la nueva gama de Ford como la parrilla de gran tamaño que también se puede ver en el Focus. Si solo vemos el frontal y a cierta distancia, nos puede costar diferenciar un Puma de un Focus. Pero a medida que se acerca y vemos el coche en su conjunto, apreciamos la singular silueta de SUV coupé de tamaño compacto. 

Puede parecer incluso pequeño con sus 4,186 metros que, con el espoiler, llegan a 4,207 metros de longitud. Pero cuando entramos en su interior, nos sorprende nuevamente por su gran habitabilidad. En nuestro caso fue más que suficiente para hacer un viaje de 200 kilómetros con los cuatro miembros de la familia más el perro y maletas para pasar varios días fuera. Tiene una batalla (distancia entre ejes) generosa de 2,588 metros y un maletero de 456 litros que, en la versión híbrida, se queda en 401 litros por el espacio que ocupa la batería de 48 voltios.

Como el óxido nitroso

Esa pérdida de unos litros de almacenamiento en el maletero es el único hándicap de la versión híbrida no enchufable del Ford Puma, que mejora un 9% la eficiencia energética, de consumos y emisiones del motor de gasolina, según la marca. Una de las claves es que, a pesar del apoyo que supone la hibridación, el peso se mantiene inalterado en 1.280 kilos. Con ese peso moderado, el motor de un litro más el sistema de generador y arranque por correa de 11,5 kW (BSIG) que sustituye al alternador estándard rinde más desde el primer metro. 

Salvando las distancias, la hibridación suave del Puma es como el óxido nitroso que da una potencia extra a los deportivos de Fast and Furious. Se nota especialmente por el par instantáneo en el arranque. Solo tenemos que conducir de una forma adecuada, con suavidad y exprimiendo las frenadas o desaceleraciones para que el sistema eléctrico se vaya recargando por sí solo. El cockpit digital nos va evaluando en tiempo real nuestra eficiencia, lo que provoca que acabes ignorando sus notas o que te obsesiones en mejorar el rendimiento. 

Como en todos lo nuevos modelos de Ford, el Puma tiene varios modos de condución en función del equilibrio entre las revoluciones para e cambio de marchas y la potencia entregada. En el modo Sport, el motor del Puma emite un rugido suave, como el del felino en el que se inspira y la parte eléctrica queda más en segundo plano. En cambio, en el modo Eco hay tanta suavidad en las marchas que en las pendientes de las carreteras de montaña se quedaba un poco escaso. En esa situación resultó más adecuado conducir en el modo normal.

En la gama del Puma no se incluye por ahora ninguna opción de caja de cambios automática, algo que echamos de menos los entusiastas de este tipo de vehículos. Al igual que sucede con los eléctricos y con el Kuga híbrido, el Puma debería tener la posibilidad de montar una caja automatizada.

Consumo, precios y nota

El consumo medio registradi en nuestra prueba a fondo superó la media homologada de 5,9 litros a los 100 kilómetros y llegó a siete, aunque eso tampoco es ninguna sorpresa. En este caso, las carreteras de montaña pasaron factura. Las emisiones homologadas para el híbrido de 155 caballos son de 133 gramos de CO2 por kilómetro, aunque no paga impuesto de matriculación al tener la etiqueta Eco.

El precio de la unidad probada del Ford Puma supera los 31.000 euros con todos los paquetes extras instalados, como techo panorámico practicable, embellecedores deportivos y portón de maletero manos libres, aunque con los descuentos y promociones se queda en algo más de 28.000. La gama del Ford Puma va de un precio inicial de 19.852 euros a 24.322 cin tener en cuenta las opciones extras.

Con todos estos ingredientes, nuestra valoración del Ford Puma es de un notable alto de media, con 8,125 puntos en una escala hasta el 10 como nota máxima en Car Review & Rating. Nuestra nota es ligeramente superior a la media alcanzada por este modelo en las pruebas del resto de la prensa del motor, que fue de 8,05 puntos.