A seis meses de cumplir su mandato al frente de la asociación de concesionarios (Faconauto), Gerardo Pérez no es muy optimista en cuanto a la evolución del sector en los próximos meses, que seguirá en niveles bajos de ventas poniendo en peligro hasta 150.000 empleos en la distribución de vehículos. Al mismo tiempo se queja de la falta de apoyo de las administraciones y el Gobierno a un sector que “es estratégico”.

Faconauto prevé un estancamiento del mercado español de vehículos en 2023, con un crecimiento de sólo un 5% y 870.000 unidades, que podría llegar al 10% y 960.000 unidades si desaparecen los cuellos de botella, se logra la recuperación de la producción, la solución de los problemas logísticos por falta de camioneros y se dan claros incentivos fiscales a la renovación del parque y a la electrificación. Actualmente se tarda más de un año y medio en algunas comunidades autónomas en pagar las ayudas del Moves, por lo que indicó que sería recomendable una deducción directa en el IRPF y el IVA. La estimación para el actual ejercicio es cerrarlo con entre 820.000 y 830.000 matriculaciones, lo que supone un 4% menos que en 2021.

Pérdidas de empleo

Con estas cifras el presidente de Faconauto, alerta que se ponen en peligro 150.000 empleos del sector de la distribución, que ya ha perdido 12.000 en los últimos tres años. "Es necesario un mercado de un millón de unidades para mantener el empleo actual" afirmó. Añadió que la reordenación de concesionarios de Stellantis supondrá la desaparición de entre 8.000 y 10.000 puestos de trabajo en los próximos meses y aunque reconoció que ·el fabricante está en su derecho a reducir puntos de venta, pero tienen que poner recursos y medios para hacerlo".

Gerardo Pérez declaró que “con un mercado de 830.00 vehículos este sector no puede ser importante” y reclamó al Gobierno que tome la iniciativa ya para conseguir que el mercado crezca. Entre esas medidas está la convocatoria de la Mesa de la Automoción, que calificó como “una gran iniciativa del Gobierno”, aunque no se convoca desde hace dos años, un cambio de fiscalidad que ayude a renovar el parque gravando a los coches más antiguos y un nuevo PERTE que incluya toda la cadena de valor, desde la producción hasta la recarga porque “no podemos ser un país fabricante si no tenemos mercado”. Explicó que “los concesionarios también están ayudando a crear una red de puntos de recarga” pero es necesario contar con una red que cubra todo el país y agilizar los procedimientos burocráticos que a veces exigen más de un año y medio para instalar un cargador.

Baja la demanda

Sobre la Ley de Movilidad Sostenible, Faconauto ha pedido que no se vincule sólo a la electrificación sino también a la descarbonización. Mostró su alarma porque pone al vehículo particular al nivel de la bicicleta y “en el último lugar de prioridades". "Si queremos que la bicicleta sustituya al coche tendremos que cambiar de orografía y clima”, advirtió Gerardo Pérez, que destacó que estas políticas ponen en riesgo la movilidad, limitándola a rentas con alto poder adquisitivo, en un país donde el modelo más vendido tiene más de diez años.

Pérez indicó que la cartera de pedidos se ha reducido este año, de unos 200.000 vehículos en 2021, a poco más de 100.000 este año y que se podría reducir más sin los problemas logísticos que está provocando la falta de camioneros en la distribución de vehículos. Pese a estos problemas la rentabilidad de las concesiones sobre el capital cerrará el año en porcentaje positivo, con una media cerca al 2%.