Se ha hablado mucho en las últimas semanas de la "excepción ibérica", la fórmula de España y Portugal para intentar frenar la escalda de los precios de la electricidad. Pero también existe otra excepción ibérica en la movilidad electrificada. Mientras que en Europa se venden más coches eléctricos que híbridos enchufables, España se ha convertido en un paraíso de esos automóviles mixtos de gasolina con la ayuda de una batería recargable que le permite una autonomía a partir de 40 kilómetros. Pero esa excepción ibérica en la electrificación podría estar cambiando.
El viejo eslogan para atraer turistas de Spain is Different se puede aplicar también en la nueva etapa de la electrificación de la movilidad. En España la introducción de los nuevos modelos eléctricos va más lenta que en otros países, y eso se nota también en la actitud más conservadora de los automovilistas a la hora de comprar un coche. Los coches híbridos no enchufables, mal llamados híbridos porque su grado de electrificación es muy pequeño, son los reyes en España. En el primer semestre de 2022 se vendieron 117.608 automóviles, un 6.8% más.
Inconvenientes de los híbridos
El siguiente paso en la electrificación es el de los híbridos enchufables, una tecnolgía mixta de transición que también resulta cara y con inconvenientes, como el elevado peso de las baterías si están descargadas. Las ventas de híbridos enchufables, que gozan de etiqueta Cero de la DGT, bajaron casi un 4% en junio en nuevo mes de descenso, aunque en seis meses suben un 25,6%. Se vendieron 24.086 coches con motorización combinada de combustión y una parte eléctrica reducida y recargable, frente a 16.741 eléctricos puros, que suben un 55%.
La media de Europa es otra cosa. En el primer trimestre se vendieron 224.145 automóviles 100% eléctricos frente a 199.107 híbridos enchufables. Los primeros bajan un 5,3% y los segundos crecen un 53%. La hegemonía de los eléctricos frente a los híbridos es un síntoma de evolución hacia una fase superior en la transición ecológica que se aprecia con más claridad en los paraísos de la electromovilidad como Noruega, donde lops coches mixtos cayeron un 78%, hasta los 2.338, mientras que los eléctricos puros subieron un 39%, hasta los 26.803.
Adaptación de la automoción
Previsiblemente, España intensificará su tendencia a acercarse a la tendencia general en Europa, que hará que los eléctricos den el sorpasso a los híbridos enchufables. Y más cuando todo apunta a que la propuesta de la Comisión Europea de prohibir a partir de 2035 la venta de coches de combustión, incluidos los híbridos, logrará el visto bueno final en su tramitación. Aunque la caducidad está lejos todavía, los híbridos han queado marcados ya y asociados a los vehículos contaminantes.
Esa transición del mercado español hacia su europeización obligará a las fábricas españolas a adaptarse para no quedarse ancladas en las viejas tecnologías. Es lo que está preparando, por ejemplo, Renault en Valladolid y Palencia, donde está a punto de ampliar la gama de modelos híbridos en producción pero ya visibiliza la llegada de eléctricos puros antes de los previsto inicalmente por el consejero delegado, Luca de Meo.