Electricidad y pasión es una ecuación difícil de cuadrar, pero el 500e en su versión más potente y estimulante, Abarth, lo consigue mezclando estilo con colores ácidos para no pasar inadvertido. Desde luego no es un coche discreto, pese a sus reducidas dimensiones, mide 3,67 metros de largo, que lo hacen perfecto para moverse entre el tráfico urbano, tal como hemos podido ver en la prueba para Car Review & Rating de Coche Global


Valoración de Abarth 500e (puntuación de 0 a 10): diseño, 8,2; interior, 7,9; motor, 8,0; conducción, 8,6; global, 8,1.


El Abarth 500e es el primer modelo 100% eléctrico de esta marca con un largo ADN deportivo y, como la versión térmica, se basa en este caso en el Fiat 500e, aunque sometido a un profundo cambio estético, pero también técnico que le permite ser más fiel sus raíces deportivas. Con carrocería de tres puertas y cuatro plazas, las dos traseras muy angostas, utiliza la misma plataforma del Fiat 500e pero con una batalla 24 mm más larga y con un ancho de vías 60 mm mayor. Unas dimensiones que le dan aplomo sobre el asfalto. 

Parte trasera del Abarth 500e / A.M.

Es también 40 kilos más pesado y tiene muchos elementos estéticos diferenciadores que lo hacen muy atractivo, como el paragolpes delantero troquelado de estilo deportivo, las llantas de aleación exclusivas o las carcasas de color gris titanio de los retrovisores.
En el interior es también llamativo, elegante y sofisticado, lleno de detalles de estilo, algunos incluso ocultos. El tejido Alcántara, la cima de la deportividad, cubre el volante, los asientos y el salpicadero, aquí pespunteado para hacer un acolchado que recuerda los bolsos de lujo. 

Detalles solo para el eléctrico

La unidad que probé era de color ‘verde ácido’, pero la carrocería se puede elegir también en azul, negro, blanco o rojo, siempre con el logo del escorpión en color ácido. Las tapicerías, siempre negras, están pespunteadas en azul y amarillo. Azul es también la marca en la parte superior del volante. Los asientos delanteros de estilo deportivo llevan también el logo en amarillo que se ve a través de la tapicería troquelada. La cinta para adelantar el respaldo y acceder a las plazas traseras es una tura de cuera azul, un toque vintage.

El escorpión de Abarth en su primer eléctrico / A.M.

Entre los detalles únicos está la silueta del coche en la parte interior de los tiradores de las puertas, que se abren con un botón, o la silueta del skyline de Turín en la bandeja que hay bajo el salpicadero para colocar el teléfono y con recarga inalámbrica. El escorpión está también sobre los pedales de tipo deportivo, en los laterales. Incluso las luces del cuadro de instrumentos son de colores ácidos.

Los dos 500e comparten batería y motor, pero en el Abarth se ha incrementado la potencia a 155 caballos, 37 más que el Fiat, con un par máximo de 235 Nm. La batería de iones de litio, con una capacidad de 42 kWh, le da una autonomía ‘oficial’ de 265 km, cifra que se reduce mucho en autovía, pero en circulación urbana con la recarga que se produce en las frenadas y desaceleraciones puede estar próxima, siempre que no haga mucho frio o calor que nos obligue a usar la climatización. 

Prestaciones del Abarth 500e

La velocidad máxima está limitada a 155 km/h y puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7 segundos, pero siempre que la batería tenga un nivel de carga superior al 90%. Esto podía hacer suponer que según consumimos batería el escorpión empieza a cansarse y a responder peor. No fue esa la sensación que yo tuve en los km que lo conduje por los alrededores de Madrid y El Escorial, aunque tampoco hice una aceleración especial, para conseguir ese tiempo es mejor intentarlo en una pista.

En un uso normal, alrededor de zonas urbanas o interurbana y no muy lejos de un punto de recarga por la limitación de la batería, es estimulante, rápido de respuesta, como se espera de un Abarth, ágil, maniobrable y alegre, con una enorme agilidad al tomar las curvas, pero también muy estable y con una respuesta firme del freno.

Sonido artificial molesto

Este Abarth, pese a ser eléctrico, puede sonar como un deportivo con un sonido pregrabado que te hace llegar a cualquier lugar sin pasar desapercibido. El único problema de ese sonido es que es muy plano y termina siendo un poco mareante dentro del coche. Al cabo de unos km lo terminé apagando. También tiene un sonido personal para el arranque.

Se puede elegir entre tres modos de conducción que definen la retencion para una mayor recarga de la batería. El mando está entre los asientos del lado del conductor y se muestra en la pantalla frente al conductor. Se puede elegir entre Turismo, Scorpion Street y Scorpion Track que establecen un nivel de frenada regenerativa de máximo a mínimo. En los dos primeros es muy alta y retiene mucho el coche. El modo Turismo es perfecto para ciudad, permite circula en el modo pedal único porque al levantar el pie se frena. Para circular en autovía es mejor elegir el Scorpion Track en el que la retención es mínima y tenemos la máxima potencia y agilidad. En carreteras con muchas curvas es divertido y estimulante.