La compra de un coche eléctrico y la instalación de un punto de carga de las baterías dispondrá de una deducción en la renta del 15% sobre una base máxima de 20.000 euros, según el decreto aprobado por el Gobierno en el Consejo de Ministros. La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha justificado la medida, que fue adelantada el día antes por Pedro Sánchez,  para profundizar en la descarbonización de la movilidad y solventar problemas detectados.  

La nueva deducción del 15% del importe destinado a la compra de vehículos eléctricos y a la instalación de puntos de carga tendrá una duración prevista hasta diciembre de 2025. Según ha explicado Calviño al finalizar la reunión del Consejo de Ministros, la deducción en el impuesto de la renta se calculará sobre una base máxima de 20.000 euros. La medida va acompañada de otros cambios como una mayor simplificación administratiova para la instalación de enchufes para recarga con una potencia baja de hasta 3.000 kW.

Negociación con la automoción

Los objetivos de la medida, anunciada tras una negociación con el sector del automóvil y en vísperas de las elecciones generales del 23 de julio, con, por un lado, acelerar los hitos previstos en el PERTE VEC y en PNIEC. "Es importante continuar en la senda de descarbonización para aprovechar oportunidades y adapotarse y frenar el cambio climático", ha asegurado.

La nueva deducción fiscal tiene también como objetivo declarado por el Gobierno solucionar la lentitud en la gestión del Moves de algunas comunidades autónomas, que están retrasando y dificultando que las ayudas lleguen a los usuarios que han adquirido un vehículo electrificado o han instalado un punto de carga. 

Medidas para paliar la inflación

Sánchez enmarcó esta nueva medida en el paquete de acciones con "recursos del Estado para proteger a la clase media trabajadora mientras dure la guerra", en el que se incluye la prórroga de la gratuitad y los descuentos en el transporte público y la bajada del IVA en algunos alimentos para paliar la escalada de la inflación. 

La medida se ha aprobado después de los contactos y las negociaciones mantenidas con el sector del automóvil en los últimos meses. El presidente se comprometió con los máximos responsables de Anfac, Sernauto y Aedive a negociar algunas de las medidas que planteaban para evitar la pérdida de otro ejercicio con un avance de la electromovilidad por debajo de los objetivos oficiales. 

Atasco del plan Moves

Las patronales del sector reclamaron a Pedro Sánchez una mejora urgente del plan Moves para superar el atasco en la gestión de las ayudas por parte de las comunidades autónomas y plantearon la alterantiva de ayudas fiscales para incentivar de forma más efectiva la adquisición de vehículos electrificados. En las negociaciones han participado los ministerios de Industria, Transición Ecológica, Hacienda y el gabinete económico de La Moncloa. 

Hasta ahora, las ayudas del Moves provocan que los beneficiarios tengan que pagar a Hacienda por un ingreso extraordinario, con lo que los 7.000 euros de subvención por la adquisición de un coche 100% eléctrico reciban un mordisco de la Agencia Tributaria que puede dejar esa ayuda en unos 5.000 euros limpios.

El anuncio de Pedro Sánchez tiene lugar el mismo día en que se han conocido unos datos que muestran los problemas para que las ayudas del Moves lleguen a los compradores de coches eléctricos y a los impulsores de puntos de carga. La Generalitat de Cataluña prepara la subcontratación con una empresa del proceso de verificación de los datos para acelerar el pago de subvenciones, que hasta ahora suman solo 4,6 millones, el 3% de las solicitudes.

Unas horas antes del anuncio de Pedro Sánchez, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, prometió una rebaja del IRPF para las rentas por debajo de 40.000 euros.