La financiación de la adquisición de vehículos se ha con vertido en una pieza fundamental del sector y ha crecido con nuevos formatos, aunque con importantes problemas de transparencia, según el diagnóstico del Banco de España. La autoridad bancaria ha enviado requerimientos y recomendaciones a un total de 14 entidades para mejorar la información que dan de los créditos para compara un coche.
El Banco de España ha determinado la existencia de debilidades en el cumplimiento de determinadas obligaciones en términos de transparencia y protección al cliente en relación con la financiación para la adquisición de automóviles, según ha informado en un comunicado.
Financieras más activas
La entidad llegó a esta conclusión tras desarrollar una actuación supervisora transversal, dirigida a una muestra representativa de las entidades más activas en la comercialización de crédito al consumo para la compra de coches, con el objetivo de examinar las prácticas habituales, procedimientos y controles internos en relación con esta actividad, así como valorar el grado de cumplimiento de las obligaciones de los contratos.
Aunque el Banco de España no concreta qué entidades han sido objetivo de la inspección, en este campo compiten las propias financieras de los grandes grupos automovilísticos junto a grandes bancos y otros especializados en consumo. El Banco de España ha remitido escritos a las 14 entidades analizadas, con diversos requerimientos y recomendaciones con objeto de que subsanen estas debilidades.
El análisis se centró en el contenido de la información precontractual y el modo en que se facilita a los clientes; la adecuación de la información precontractual en los casos en que se comercializan seguros y otros productos o servicios accesorios; la información contractual y los derechos de la clientela en relación con los contratos de crédito, o la coincidencia de la información precontractual con la contractual.
Más protección del cliente
Además, también analizó la concesión responsable de los préstamos; la información periódica que se facilita al cliente sobre los productos y servicios contratados, e incluso la gobernanza de los productos de financiación ofertados, evaluando especialmente la idoneidad del diseño y comercialización de estos productos, así como, las funciones desarrolladas por los intermediarios de crédito.
Esta actuación, enmarcada en el análisis que el Banco de España lleva a cabo regularmente, profundiza en esta actividad con la finalidad última de proteger la confianza del cliente bancario en este segmento específico del mercado bancario y la estabilidad del sistema financiero.