La idea de los análisis de sangre para diagnosticar la salud de las personas también se puede trasladar a los coches. Una empresa acaba de lanzar al mercado una singular prueba que permite a los automovilistas recoger una muestra de su vehículo para enviarla al laboratorio. La compañía asegura este análisis permite anticipar la aparición de graves problemas en los vehículos.
La prueba de Zengine, que inicialmente sólo está disponible en Estados Unidos, utiliza una pequeña muestra del aceite del motor de cualquier vehículo para analizar sus contenidos metálicos y otros elementos, detectar posibles problemas y recomendar soluciones a los propietarios. La recogida de la muestra de aceite la realiza el propietario del vehículo con un kit que se vende por 39,95 dólares y la envía por correo a un laboratorio que Zengine tiene en las afueras de Chicago, donde se analizan todas las muestras recibidas.
El resultado del test, que analiza 29 parámetros diferentes para determinar la salud del motor y recomienda las soluciones o los pasos a tomar para evitar mayores problemas, es accesible pocos días después de su recepción a través de la web y se expresa en una puntuación, Zengine Score, que clasifica la condición del vehículo. Zengine detecta los niveles de contaminación (la presencia de elementos ajenos al aceite), el desgaste de partes metálicas o la viscosidad del aceite, entre otros factores.
Prueba del sector industrial
Matthew Spurlock, director técnico global de Zengine Labs y el responsable del desarrollo Zengine Score, declaró a Efe que la tecnología que se utiliza es la misma que desde hace décadas permite a operadores de grandes flotas de vehículos y maquinaria industrial recortar los costes de mantenimiento.
Spurlock señaló que el test, que se empezó a utilizar hace décadas en el sector ferroviario para analizar los motores de las locomotoras, es utilizado, entre otros, en flotas de camiones mineros, en la industria marítima y en los últimos años en el sector de las granjas eólicas para el mantenimiento de los motores de los molinos de viento. Los análisis del aceite de estos motores ahorran a las compañías centenares de millones de dólares en costes al año y prolongan su vida útil.
Y aunque la tecnología existe desde hace décadas, Spurlock explicó que hasta ahora no se daban las circunstancias adecuadas para popularizar esta prueba. "Antes no era rentable por el tiempo necesario para crear una cuenta para cada cliente", dijo Spurlock.
Pero ahora, con el impulso del comercio electrónico, el desarrollo de nuevas tecnologías en el sector y el cambio de hábitos de los consumidores, cada vez más habituados a servicios como los de Amazon, los análisis del aceite de motor están accesibles a los conductores.
Diagnóstico anticipado
Spurlock añadió que la covid-19 ha creado aún más la necesidad de que los conductores utilicen pruebas como las de Zengine, porque la pandemia está obligando a muchos consumidores a retener durante más tiempo sus vehículos en vez de comprar otros nuevos.
Aseguró que el test de Zengine ha permitido a los usuarios anticipar problemas que en los talleres de reparación o los concesionarios ni siquiera podían prever. "La prueba detecta materiales en el aceite mucho antes que el ordenador del vehículo los pueda identificar", detalló Spurlock, que comparó el test con las pruebas de sangre que se realizan para detectar problemas de salud en los pacientes.
Zengine forma parte del grupo SGS, fundado en 1878 en Europa para inspeccionar el grano de las cosechas en Europa. En la actualidad, SGS, que tiene su sede social en Ginebra, asegura que es líder mundial en pruebas, inspección y certificación en la industria con una plantilla de 93.000 empleados en 2.600 oficinas y laboratorios.