La creación del gigante del renting con la compra de LeasePlan por parte de ALD Automotive se podrá consumar pero con condiciones. Ambas compañías se han comprometido a ceder su negocio de renting de vehículos en seis mercados europeos a otras empresas del sector para reducir su posición dominante, según el acuerdo alcanzado con la Comisión Europea.
La Comisión Europea veía la operación con reticencias iniciales debido al temor a que la suma de ALD y LeasePlan redujera significativamente la competencia en los mercados de otros competidores en Chequia, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Noruega y Portugal.
La condición aceptada por las autoridades de Competencia de la Comisión Europea consiste en que ALD venda sus actividades de renting en Irlanda, Noruega y Portugal, así como las actividades de LeasePlan en Chequia, Finlandia y Luxemburgo, con sus activos, contratos y empleados, lo que permitirá a cualquier comprador gestionar los negocios cedidos como una fuerza competitiva viable en los respectivos mercados de forma duradera.
Impacto de 120 millones
Asimismo, ALD se comprometió a proporcionar servicios de transición, como el tiempo para el cambio de marca, el acceso a los servicios informáticos o a la plataforma de venta de coches usados, durante un período transitorio de hasta dos años, que podrá prorrogarse hasta un año más.
Estos compromisos eliminan los solapamientos existentes entre las actividades de ALD y LeasePlan en los mercados en los que la Comisión había detectado problemas de competencia y, tras la prueba de mercado, la Comisión concluyó que la transacción ya no plantearía dichos problemas, aunque su decisión está condicionada al pleno cumplimiento de los compromisos.
ALD, que pretende convertirse, tras esta fusión, en "un proveedor global de movilidad sostenible", estima que el impacto de esta operación en sus cuentas anuales será de unos 120 millones de euros, por encima de los 100 millones que preveía en un inicio.