Cupra es una marca nacida en Barcelona y en la sede del grupo en Martorell, en la falda de la montaña de Montserrat. Pero los vínculos y la inspiración de Cupra van más allá, como los de su consejero delegado, Wayne Griffiths, que acaba de redescubrir Manchester, la ciudad que marcó su juventud y que, de alguna forma, también ha impregnado el espíritu de Cupra.


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"Cada uno de nosotros es producto de nuestras experiencias del lugar donde crecimos. Lo que cuenta es lo que hacemos con ellos". Así comienza Griffiths su último artículo publicado en su Newsletter Rebelde con causa de Linkedin. Es una reflexión personal con motivo de su viaje a Manchester para preparar la apertura de un nuevo City Garage en la ciudad.

El directivo repasa su trayectoria vital desde su infancia con recuerdos del concesionario que regentaba su padre en el pueblo de Dukinfield pero sobre todo sus incursiones en la gran ciudad de Manchester, que actuó como un polo de atracción en un ambiente cultural efervescente. "Algo mágico estaba sucediendo en Manchester en los años 80. Hubo un lugar de explosión creativa con bandas como The Smiths y New Order cambiando la escena musical", relata Wayne Griffiths, un asiduo del club La Haçienda, que ahora se ha convertido en "un aburrido edificio de apartamentos".

Un joven Wayne Griffiths en Manchester / W.G.

El espíritu de Manchester en Cupra

Teniendo en cuenta la impronta que le dejaron sus vivencias en la ciudad británica en los años 80, Griffiths se pregunta: "¿Cuánto de Manchester hay en Cupra?". Parece ser que bastante.

"Me formé en un ambiente donde hacer cosas nuevas y no aceptar la norma era parte de la energía de la ciudad. En aquel momento en Manchester, especialmente en términos de moda y música, todo era realmente estimulante", recuerda. "Siempre sucedía algo más en Manchester, siempre provocando y desafiando lo convencional".

La conclusión de Wayne Griffiths, impulsor de la marca Cupra junto a Luca de Meo cuando era presidente de Seat -ahora CEO de Renault-, es que "esa forma de pensar que viene de Manchester definitivamente ha influido en la marca Cupra. No se trata de estatus, prestigio o lujo, se trata de tu actitud".

Rebeldía de Manchester y Barcelona

Cupra, al igual que el Manchester de los 80, comparte los valores de "la provocación, la mentalidad retadora, lo poco convencional". "No intentar ser premium -indica el directivo-, no intentar ser algo que no somos, sino destacar por ser creativos y diferentes. Estar orgulloso de dónde estás y de dónde eres. Entonces, creo que en términos de moda, música y diseño, la mentalidad ha tenido un impacto en mí que espero poder transmitir a Cupra".

Esos valores del Manchester de su juventud también los encontró en la Barcelona de los Juegos Olímpicos y en la más reciente. "Manchester y Barcelona tienen mucho en común. Marcan tendencias y son bastante poco convencionales en muchos sentidos. Ambas son rebeldes y contemporáneos. Ambas están ligeramente al límite y en constante diálogo con una ciudad más grande (Londres para Manchester, Madrid para Barcelona). Creo que esa "condición de outsider" es una de las razones por las que ambos son capaces de reinventarse constantemente. Y eso ha demostrado ser muy importante para la historia de Cupra".