La startup catalana Wallbox ha recurrido a financiación adicional para mantener sus planes de desarrollo y fabricación de cargadores para vehículos eléctricos. Wallbox, cuya cotización en la Bolsa de Nueva York está bajo mínimos, ha anunciado la firma de un crédito sindicado de 35 millones de euros que destinará a ampliar y mejorar sus fábricas de Cataluña y de Estados Unidos, inauguradas recientemente, y a pagar el desarrollo de los últimos modelos de puntos de carga.  


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En el crédito sindicado participan cinco entidades financieras encabezadas por EBN Banco como principal financiador junto a los organismos públicos Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), así con Cofides y MoraBanc. El préstamo tiene un vencimiento a cinco años y se divide en dos líneas de financiación.

Pago de cargadores en el mercado

La línea más importante, por un importe de 30 millones, tiene como objetivo financiar "inversiones sostenibles estratégicas" y cuenta con las aportaciones de EBN Banco, ICO, ICF y Cofides. Según explica la empresa catalana, esos fondos se destinarán esencialmente para la fabricación del cargador rápido de uso público Supernova y del cargador bidireccional Quasar 2, que ya están en el mercado. Asimismo, esa inyección económica también servirá para automatizar la logística de la planta de la Zona Franca y para ampliar la fábrica de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), centrada en circuitos impresos, y para construir una nueva línea de ensamblaje.

La segunda línea de financiación, de 5 millones, la aporta Cofides para acometer la ampliación ya prevista de la planta de Arlington (Texas, Estados Unidos), mediante cinco líneas de montaje nuevas para fabricar cargadores ultrarrápidos Supernova 180 e Hypernova y para el ya citado Quasar 2.

"Los recursos conseguidos nos permitirán continuar mejorando nuestras operaciones industriales tanto en España como en Estados Unidos, uno de los aspectos que hacen más fuerte nuestra compañía", ha señalado el cofundador y consejero delegado de la firma, Enric Asunción.

Pérdidas y desplome en bolsa

El director financiero, Jordi Lainz, ha subrayado que con este crédito Wallbox podrá "acelerar el plan estratégico y mantener su posición de liderazgo en el sector de la movilidad eléctrica en mercados clave de la compañía", a la vez que consigue "reforzar su posición financiera".

La cotización y, en consecuencia, la capitalización bursátil de Wallbox se ha desplomado un 77% desde que debutó en el mercado bursátil de Nueva York en abril de 2021. La cotización inicial de 10 dólares por acción, que llegó a superar los 16 poco después de su estreno, se sitúa hoy en 2,30 dólares. 

Wallbox superó recientemente la cifra de medio millón de cargadores vendidos en todo el mundo en seis años. Debido a la ralentización de la economía y a que la venta de vehículos eléctricos progresa más lentamente de lo previsto, Wallbox ha tenido que rebajar sus expectativas de crecimiento. La compañía cerró el primer semestre del año con pérdidas operativas de 67,6 millones, un 19,6 % más que en el mismo período de 2022, y con 68,1 millones en ingresos, prácticamente los mismos que entonces, si bien mantiene que prevé alcanzar el 'break even' (punto de equilibrio) en el cuarto trimestre de 2023, cuando debería registrar por primera vez un ebitda (resultado bruto de explotación) positivo.

La situación llevó a Wallbox a aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) con el que ha dado salida a 95 trabajadores, lo que se enmarca en un plan de ahorro de costes cifrado en 50 millones anuales.