La primera reunión de la negociación sobre el convenio colectivo y el recorte de plantilla de Volkswagen en Alemania se desarrolló según lo previsto. Fueron tres horas en un clima de tensión y con amenazas por ambas partes. La dirección de Volkswagen ha optado por retransmitir la negociación y hablar abiertamente de la necesidad de reducir los costes laborales, a pesar del anuncio del sindicato IG Metall de una huelga.


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A pesar de la dura confrontación, la multinacional alemana y la central sindical se han dado un plazo de negociación pacificada que acaba a final de noviembre. Por ello IG Metall ha advertido de que las huelgas para paralizar las fábricas de Volkswagen en Alemania pueden llevarse a cabo en cualquier momento a partir del 1 de diciembre, cuando acabe la tregua de negociación. 

IG Metall pide una subida del 7%

Al acabar la reunión, la dirección de recursos humanos de Volkswagen publicó un inusual comunicado dando detalles de lo hablado en el encuentro. El directivo Arne Meiswinkel, jefe de personal de la marca Volkswagen y responsable de la compañía en la mesa de negociación, rechazó la propuesta inicial de IG Metal de una subida salarial del 7% y un salario base de 170 euros para los aprendices. 

“Sólo podemos asegurar el futuro de Volkswagen si somos competitivos. Para lograrlo, necesitamos una reducción sostenida de los costes y una estructura a prueba de futuro de las condiciones laborales contempladas en nuestro convenio colectivo", aseguró el directivo. Para lograrlo, VW defiende la "reestructuración de las garantías para los centros de producción y los puestos de trabajo", es decir, la supresión del blindaje acordado hasta 2029 con fecha de diciembre de 2024, con lo que los recortes de plantilla se podrían aplicar ya en enero de 2025.

"Debemos reducir nuestros costes laborales en Alemania -agregó el jefe de recursos humanos-. Solo podemos mantener nuestra posición de liderazgo y asegurar los puestos de trabajo a largo plazo si trabajamos de forma más económica. Lo uno presupone lo otro y no se puede lograr sin la contribución de los trabajadores". 

Críticas a los accionistas de VW

La máxima responsable de IG Metall en Volkswagen, Daniela Cavallo, lanzo también un mensaje duro que prepara una bronca confrontación con los directivos de la compañía y sus principales accionistas, que incluyen las familias Porsche y Piëch así como el fondo de inversión soberano de Qatar y el Estado de Baja Sajonia.

"Los ataques vienen de parte del consejo de administración, que se atreve a romper tabúes históricos. Y no lo vamos a tolerar. Nuestra reacción como parte de los empleados será igual de histórica", advirtió la dirigente sindical.