El alza de los aranceles por la guerra comercial iniciada por Donald Trump ha costado a Volvo un recorte de su beneficio neto del 7,8% en los primeros nueve meses del año. La caída de las ganancias fue del 54,7% en el tercer trimestre debido también al incremento del gasto en el lanzamiento de nuevos modelos. El fabricante sueco, que forma parte del grupo chino Geely, registró un beneficio neto de 644 millones de euros en los tres primeros trimestres. En los meses de julio a septiembre, las ganancias de Volvo cayeron de 242 millones a 109,5. En cambio, los ingresos de la compañía subieron un 21,6% en nueve meses y un 17,6% en el tercer trimestre.
La producción local ayuda a Volvo a mitigar el efecto de los aranceles
El consejero delegado de Volvo, Hakan Samuelsson, ha atribuido la reducción de la rentabilidad al efecto de los costes de lanzamiento de nuevos productos y a los aranceles y licencias más elevados. "Hemos pasado los últimos años cambiando nuestra producción para tener una presencia global para construir donde vendemos. Esto nos sitúa en una mejor posición para mitigar en parte el efecto de aranceles impuestos", ha indicado el directivo. Las ventas de Volvo subieron en todas las grandes áreas geográficas encabezadas por Estados Unidos, con un 15% más en el tercer trimestre; China, con una mejora del 14%, y Europa, con un 8,3% más. En conjunto, Volvo vendió 154.914 vehículos de julio a septiembre y 472.553 en nueve meses.