La fábrica de Volkswagen de Navarra afrontará en el periodo de 2024 a 2026 grandes transformaciones por la confluencia de varios cambios de calado. Una de las consecuencias será que Volkswagen sacrificará la producción en Pamplona del viejo Polo en 2024 para dejar paso a las obras de adaptación de la línea de montaje para los nuevos modelos eléctricos del grupo Volkswagen. En cojunto, la planta afronta dos años de descenso de actividad.
El Volkswagen Polo había ido perdiendo fuelle en el mercado como consecuencia de la irrupción de los SUV, hasta el punto de que representa menos del 20% de la producción global de la factoría de Pamplona. En cambio, el modelo T-Cross, la versión todocamino del Polo, ha ido creciendo hasta convertirse en el modelo de más volumen junto con el taigotodocamino coupé Taigo.
Nostalgia y preocupación
La plantilla ha recibido el anuncio del cese de producción del Polo por parte de la dirección de Volkswagen con "nostalgia" y preocupación, según han explicado los sindicatos. La factoría de Navarra ha vivido en la mayor parte de su historia del Polo como modelo único, que fue lanzado al mercado en 1975. "Lo asumimos con cierta nostalgia, sobre todo la plantilla que lleva muchos años en la fábrica. Ha sido una planta que hasta 2019 ha vivido siempre del Polo y todos tenemos la visión de que nos ha dado de comer", ha indicado a Efe Carlos Zalduendo, dirigente de CCOO en Volkswagen Navarra.
El Polo será sustituido en 2026 por nuevos modelos eléctricos entre los que ya se ha confirmado una versión SUV del nuevo VW ID. 2 y, probablemente, también del Cupra Raval (UrbanRebel en su denominación como prototipo) y otro de Skoda. El ID. 2 será producido en la factoría de Seat de Martorell junto al Cupra Raval.
La adaptación y el inicio de producción de los nuevos modelos eléctricos en la fábrica de Navarra supondrá una inversión de 1.024 millones por parte del grupo alemán, para la que recibirá ayudas del PERTE del vehículo eléctrico y del Gobierno de Navarra.
Impacto de Euro 7
Además del efecto de los SUV y de la electrificación, la factoría de Pamplona afronta también el impacto de la aplicación de la nueva norma para reducir más las emisiones de CO2 Euro 7. En el año 2025, las previsiones de VW apuntan a una producción en Navarra de 150.000 vehículos debido a la confluencia de todos los cambios y del descenso de ventas por el encarecimiento medio de los vehículos en Europa de 2.000 euros por el sobrecoste que provocará Euro 7.
Los 150.000 vehículos previstos suponen menos de la mitad de la capacidad de producción de la factoría, que en 2024 ensamblará unos 250.000 coches y en 2023 unos 300.000.
El sindicato UGT ha calificado esta previsión de "preocupante a la vez que impactante". "Nuestra primera línea de seguridad a remarcar ha sido, ante tal panorama, la ocupación de la plantilla y la garantía de empleo", ha manifestado. "Por más que desde el sindicato se haya advertido de los riesgos y la necesidad de afrontar esta transición, llegado este momento y dado que no tenemos nada acordado para afrontar que no tenemos trabajo para el 50% de la plantilla durante casi año y medio, es hora de acordar los mecanismos para garantizar el empleo actual de Volkswagen Navarra, garantizar la empleabilidad de la planta, garantizar el volumen y la capacidad instalada dado su efecto multiplicador en nuestros proveedores", ha explicado UGT.