De forma callada, sin grandes celebraciones, Volkswagen ha dado la vuelta a un exiguo mercado automovilístico en España. Para el grupo Volkswagen es un logro agridulce puesto que ha sido a costa de su prima española Seat y supone una victoria pírrica. La descarnada competencia por aumentar la porción de un mercado en retroceso hasta niveles de hace 15 años no respeta ni a la familia por muy necesitada que esté.
El Polo ha pegado fuerte al Ibiza y el Golf, al León a pesar de las agresivas ofertas comerciales de la marca que dirige James Muir. El resultado ha sido la pérdida de un liderazgo mantenido durante dos años y largamente celebrado en Martorell. Seat cayó en mayo al quinto puesto del mercado y en el acumulado del 2012, al cuarto lugar. Y no solo eso. La señal de alarma ha vuelto a encenderse en el cuadro de mandos de Muir, que se propuso entre sus objetivos prioritarios el liderazgo en España de una marca española dentro del plan para conseguir beneficio a partir del 2013. Eso será ahora algo más complicado o, como mínimo, sin la medalla del honor de liderar su propio y más importante mercado. Todo dependerá de las exportaciones.
Relevo de Vicente Adrián
El adelantamiento de Volkswagen a Seat ha coincidido con la marcha de Vicente Adrián al frente de la filial Seat España. Mejor dicho, el adelantamiento de Volkswagen a Seat se ha cobrado la cabeza de Vicente Adrián. Su encargo al llegar a la filial comercial para el mercado español fue convertir y consolidar a Seat como número uno. Adrián ha tenido poco tiempo para disfrutar de su despacho de diseño futurista en las nuevas oficinas de la marca en Madrid, toda una planta en la Torre de Cristal de Madrid, desde donde Seat España quería pilotar su ambicioso plan de distanciarse como líder de ventas en el país. En Seat admiten que la situación ha cambiado en el mercado español. A partir de ahora, el vicepresidente Paul Sevin asumirá directamente las riendas de Seat España, donde podrá aplicar las técnicas que puso en práctica en Peugeot, una marca referente para Muir.
Lo peor para Seat es que otras marcas competidoras y de familias rivales han sacado tajada y se han colocado por delante, como Peugeot, Renault y Citroën.