Volkswagen ha dado marcha atrás en sus planes para abrir una nueva planta de producción en Turquía como consecuencia del impacto que ha tenido en el sector la crisis del coronavirus.
El descenso de las ventas de automóviles en la mayor parte de mercados y las previsiones de debilidad en el futuro han hecho aflorar el viejo problema de al sobrecapacidad de producción de vehículos instalada en áreas maduras como Europa. Esta menor demanda ha provocado, a juicio de la compañía, que añadir más capacidad de producción a la marca sea "innecesario" dada la actual situación, según informó la firma alemana en un comunicado.
De forma alternativa, Volkswagen seguirá produciendo los automóviles que pensaba fabricar en Turquía, cuyas estimaciones ascendían a 300.000 unidades al año, en el resto de sus plantas ya existentes.
Parón definitivo
El año pasado, el mayor fabricante de coches del mundo paralizó esta inversión debido a las tensiones políticas en la región, iniciadas tras la salida de las tropas de Estados Unidos de Siria.
Finalmente, la escalada de la crisis del Covid-19 ha añadido más obstáculos a la consecución de este proyecto, que pretendía, además atraer capital extranjero en Turquía, en un momento de debilidad económica, incluso antes del estallido de la pandemia.