Carlos Ghosn anunció hace unos días que estaba preparado para decir "la verdad" y ha cumplido con su palabra. A pesar de estar en prisión después de su segundo arresto, el exdirectivo de Renault y Nissan ha podido responder a las acusaciones de fraude fiscal, ocultación de sueldo y desvío de fondos mediante una nueva sorprendente maniobra.
Ghosn compareció en la rueda de prensa que había anunciado aunque fue a través de un mensaje en vídeo de 7 minutos y 37 segundos grabado justo antes de que la policía lo detuviera por segunda vez. El exdirectivo se venga de sus antiguos subordinados en la cúpula de Nissan, a los que acusa de "complot", "traición" y de "apuñalarlo".
No obstante, en el vídeo se puede apreciar un corte súbito que se debe a la censura impuesta por los abogados de Carlos Ghosn, que han eliminado el nombre de los directivos a los que acusaba de haberle traicionado para lanzarlo a los pies de la justicia para evitar posibles efectos negativos en la defensa del exdirectivo. Sin embargo, es un secreto a voces que en el punto de mira de Ghosn se encuentra el consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa.
Corte en el vídeo de Ghosn
La censura impuesta por los abogados de Ghosn se produce en el minuto 4.46 del vídeo: "Estoy hablando aquí de unos pocos ejecutivos que, obviamente por sus propios intereses y por sus propios temores egoístas, están creando una gran destrucción de valor. ¿Nombres? Ustedes los conocen. Estamos hablando de (aquí se produce el corte) gente que juega un juego realmente sucio en lo que está pasando".
La venganza de Carlos Ghosn ha tenido efecto también en sus antiguas compañías al haber causado caídas en la bolsa de las acciones de Renault y Nissan el martes que siguen este miércoles.
Carlos Ghosn lo tenía todo preparado antes de su detención, que no le pilló por sorpresa. El vídeo comienza con un mensaje que lo deja claro: "Si me escuchas en este vídeo, significa que no pude asistir a la conferencia de prensa que planeé para el 11 de abril".
Miedo a la fusión de Nissan y Renault
En una grabación en una sala fría con una mesa de madera que podría ser la de un despacho, un Carlos Ghosn más delgado y avejentazo explica "la verdad" con la misma firmeza y seguridad que le encumbraron como uno de los líderes de la automoción. El exdirectivo aparece en todo momento con las manos cruzadas sobre la mesa y en una posición estática, casi sin gesticular. Ghosn habla en inglés con su acento habitual afrancesado y con subtítulos en japonés. "Quiero a Japón y a Nissan -dice-. Nadie pasa 20 años en un país, nadie trabaja 20 años en el liderazgo de una compañía sin amor y sin cariño ni compromiso".
"Esto es un complot, una conspiración, un apuñalamiento", afirma Ghosn para definir las acusaciones contra él. Los motivos son, según el exdirectivo, el miedo de algunos a la pérdida de autonomía de Nissan por los siguientes pasos en la alianza con Renault hacia la convergencia y la fusión en un contexto de "degradación de los resultados" y de "escándalos" de la marca japonesa.