Ford mantiene la incógnita sobre el ajuste de plantilla en la fábrica valenciana de Almussafes. Los 4.700 empleados de la planta tendrán que esperar para conocer cuántos tendrán que abandonar la fábrica hasta la llegada del nuevo modelo de gasolina e híbrido anunciado por Ford. De momento, la Generalitat valenciana se prepara para recibir el golpe con un plan de choque de ayuda a las empresas y los trabajadores.


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Los sindicatos se han llevado una sorpresa en la reunión mantenida este martes con la dirección de Ford, en la que no han recibido la concreción sobre el ajuste de la plantilla. La compañía se escuda en la "complejidad" de la situación para retrasar el esperado jarro de agua fría sobre los trabajadores. 

El sindicato UGT ha calificado la situación de "extraña" por la falta de concreción de Ford para iniciar las negociaciones del recorte de operarios en un momento en el que la planta se ha quedado con la producción de un solo modelo, el Kuga, por el cese o deslocalización de otros vehículos. 

Alrgar el ERTE en vigor

De momento, Ford quiere alargar el ERTE para seguir enviando a casa a trabajadores a cuenta de la prestación de desempleo. Sin embargo, se espera que Ford plantee el despido de una cifra sustancial de empleados, que algunas fuentes cifran en unos 600 sobre un excedente total de 1.900 empleados, según publicó Economía Digital.    

La fábrica de Ford de Valencia afronta el cuarto ERE de extinción de contratos, además de una larga lista de ERTE temporales, desde la pandemia de 2020. El último recorte fue el más traumático y afectó a 1.124 empleados mediante prejubilaciones y bajas voluntarias en 2023, por lo ahora resulta más difícil recurrir a los mismos mecanismos. 

El recorte anterior de 1,124 empleados se enmarcó en las medidas de competitividad que exigió Ford para asignar la producción de modelos eléctricos a Almussafes, que finalmente se han demorado y han llevado al anuncio de otro vehículo no eléctrico con una producción anual prevista de 300.000 unidades.

El problema es que la fabricación comenzaría a mediados de 2027, por lo que hay que cubrir un largo periodo de baja actividad para el que las administraciones y los sindicatos reclaman que se aplica la figura de los ERTE Red, que sustituyeron a los expedientes de fuerza mayor de la pandemia y que son más ventajosos para empresas y trabajadores. Sin embargo, requieren la aprobación por parte del Gobierno central debido a causas económicas profundas relacionadas con la transformación sectorial. 

Plan de choque en Valencia

La Generalitat valenciana también reclama que se apruebe el ERTE Red para el tejido productivo de Ford y sus proveedores hasta la llegada del nuevo modelo. El Gobierno valenciano ha aprobado un Grupo de Choque para gestionar el impacto del descenso de producción y plantilla en Ford Almussafes mediante medidas como recolocaciones. Una de las opciones de recolocación es la gigafactorñia de baterías de Volkswagen y Seat en Sagunto, que contrará a 3.000 personas cuando esté operativa en 2026. 

En el Grupo de Choque hay representantes de los departamentos de Industria, Hacienda y Empleo, además de Ford y empresas y asociaciones del sector. Carlos Mazón, presidente valenciano, ha reclamado al Gobierno de Madrid que ponga en marcha el mecanismo RED con los fondos disponibles para "compensar" la pérdida de empleos del sector de la automoción al considerar que se trata de "un asunto nacional".