Coches autónomos, camiones sin conductor, autobuses y también tractores. La nueva tecnología que está revolucionando el sector del automóvil también ha irrumpido en la agricultura. El tractor autónomo en fase de pruebas promete dar un nuevo salto en la vieja agricultura que surgió del Neolítico.
Revolución para la agricultura
En el futuro próximo, habrá agricultores que trabajarán desde su oficina controlando la evolución de su producción mientras un tractor autónomo siembra, airea la tierra o recolecta la cosecha. En este caso, la conducción autónoma puede revolucionar un sector económico multiplicando la productividad de las explotaciones al maximizar el uso del tractor con menos personal o sin ningún trabajador.
Prototipo de Case IH
El fabricante italiano de maquinaria agrícola Case IH, que forma parte del consorcio CNH Industrial fruto de la compra de New Holland por Fiat, tiene ya un prototipo en pruebas de tractor autónomo que, según promete, puede desempeñar "un importante papel para alimentar a la población mundial" al "explotar con mayor eficacia las tierras de cultivo". Forma parte de la evolución de lo que denomina como "agricultura de precisión" que permitirá que el tractor trabaje las 24 horas al día los 365 días del año sin repetir un surco y sin dejar un palmo sin tratar. Llama la atención la ausencia de cabina de conducción porque no es necesaria a pesar del gran tamaño del vehículo.
Sensores, radar y láser
El sufrido campesino se convertirá en un gestor o supervisor de la explotación que podrá controlar el trabajo del tractor o tractores autónomos mientras trabajan gracias a las imágenes que transmite la cámara de vídeo y a los datos que muestran sus movimientos y estado del vehículo. Todo ello gracias a la misma tecnología de los coches autónomos de Waymo (Google), Apple, Tesla y del resto de marcas, basada en sensores, radares y rayos láser para evitar colisionar con obstáculos.
Evitar la muerte por el vuelco del tractor
Otra ventaja añadida del nuevo tractor autónomo consiste en la mejora de la seguridad de los agricultores. Hasta ahora, la agricultura es uno de los sectores con un índice de mortalidad en el trabajo más elevado con un patrón que se repite: el conductor del tractor fallece por el vuelco del vehículo. Con la nueva tecnología de conducción autónoma, será improbable que vuelque el tractor e imposible que quede atrapado el agricultor. Otra cuestión es qué pasará con la agricultura y el medio rural si se produce una pérdida masiva de empleos.