El reguero de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) debido a la falta de microchips se extiende por las fábricas de automóviles españolas. El grupo Stellantis es uno de los pocos que aguantaba sin aplicar un ERTE para ajustar la producción, pero finalmente empieza a sumarse a la tendencia en la industria de automoción del país y de toda Europa. La planta de Stellantis de Vigo tendrá que aplicar un ERTE, según ha anunciado la dirección de la compañía a los sindicatos.

La empresa ha justificado la necesidad de negociar y poner en marcha un ERTE ante la insuficiencia de las medidas de flexibilidad interna mediante la bolsa de horas para adaptar los días de producción. Esas medidas pactadas en el convenio colectivo están agotando su recorrido, según han indicado los responsables de la factoría gallega al comité.

Lejos de mejorar, el problema causado por la falta de suministro de chips a la industria de automoción sigue impactando con dureza con parones en la mayoría de factorías. Además, la compañía advierte de que no hay perspectivas de que la escasez de microchips entre en vías de solución en los próximos meses.

Negociación urgente del ERTE

La gota que ha colmado el vaso ha sido el parón de los tres turnos del sistema de montaje M1 de Vigo, que ensambla los modelos Peugeot 2008 y 301 y Citroën C-Elysee. Este parón se suma a un goteo de jornadas en las que se han tenido que desconvocar turnos de producción en la factioría de Vigo.

Stellantis ha manifestado la necesidad de negociar con urgencia (esta misma semana) un ERTE que permita regular la producción en las próximas semanas. El objetivo de Stellantis es llegar a a un acuerdo antes de las vacaciones de Semana Santa. 

Las últimas noticias han aumentado la preocupación en la industria de automoción mundial debido al incendio de una planta del proveedor japonés Renesas, que supondrá interrumpir la producción durante un periodo mínimo de un mes. Los fabricantes de automóviles europeos agrupados en ACEA han advertido de que los problemas por la falta de entregas de chips a los productores de componentes electrónicos se puede alargar hasta el tercer trimestre de 2021.  

En España, la mayor parte de factorías de han visto afectadas por la rotura de stock de chips, que deja a algunos de sus proveedores sin posibilidad de mantener el suministro de piezas con microprocesadores.