Tan solo unos días después de haber planificado el calendario de producción para 2019, la dirección de Seat ha comunicado a los sindicatos los primeros cambios. La fábrica de Martorell ha programado tres días de inactividad en la línea de montaje del modelo Audi A1 por la misma causa de los últimos meses, la falta de motores suministrados por el grupo Volkswagen.
La producción del Audi A1 sufrirá un parón los días 4, 11 y 25 de febrero con el fin de reducir el volumen de unidades ensambladas que se habían previsto en 6.500 unidades, según han informado los sindicatos. Para llegar a esa rebaja del número de vehículos, será necesario programar más días de inactividad en los meses de marzo, abril y mayo, así como un ajuste a la baja del ritmo de producción diario.
Un sábado extra para el Ibiza
La escasez de motores por el trasvase de la demanda del diésel a la gasolina afectará, por ahora, al Audi A1, con lo que mejorará la situación que se vivía en la factoría de Martorell entre septiembre y diciembre en la que todos los modelos han sufrido restricciones de propulsores. De hecho, Seat ha planificado por primera vez en varios meses un turno de trabajo adicional en un sábado de febrero para fabricar más unidades del Ibiza.
Con estas medidas, la previsión inicial de producción para 2019 de 560.000 coches ha quedado reducida a 554.500 vehículos, lo que supondrá un notable incremento de 80.500 unidades en relación con la cifra de 2018, lo que equivale a una mejora del 17%.
Unos días antes de que Seat comunicara el cambio de planes en relación con febrero, la empresa también informó al comité del cierre el viernes 21 de diciembre de la línea de montaje número dos de Martorell, donde se ensambla el modelo León, también por la misma causa.