El grupo Seat mantiene "conversaciones intensas" con la Comisión Europea con el fin de evitar el impacto altamente negativo que tienen los nuevos aranceles sobre uno de sus últimos lanzamientos, el Cupra Tavascan. Así lo ha anunciado el vicepresidente de Compras de Seat S.A., Marc Riera, durante su intervención en el foro en el que se ha presentado el Barómetro Auto Mobility Trends 2024 de Coche Global.


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Marc Riera ha destacado que los aranceles que la UE ha impuesto a los vehículos eléctricos fabricados en China "no son la mejor solución y ponen seriamente en riesgo el futuro de la compañía". El nuevo SUV coupé Cupra Tavascan, que se encuentra en pleno lanzamiento, ha sido desarrollado íntegramente en el Centro Técnico de Seat en Martorell aunque se fabrica en una nueva planta del grupo Volkswagen en China por la política de reparto de plataformas industriales a nivel mundial.   

Tras las primeras conversaciones entre Seat y el Ejecutivo de Bruselas, la compañía logró una reducción de los aranceles que imponía la Comisión Europea sobre el Cupra Tavascan desde el máximo del 38% al 21%, que se suma al 10% general que había anteriormente para los eléctricos chinos. El CEO de Cupra y Seat, Wayne Griffiths, aseguró unos días antes que la compañía no tenía intención de subir el precio del Tavascan, que se vende a partir de 52.000 euros, aunque la consecuencia sería que las unidades vendidas del nuevo eléctrico generarían pérdidas.

Cómo impulsar las ventas de eléctricos

El vicepresidente ejecutivo de Compras de Seat ha destacado las fuertes inversiones que hay detrás de los nuevos vehículos eléctricos y de todo el nuevo ecosistema alrededor de ellos, con un 72% de empresas que dan prioridad a la electromovilidad frente a otras alternativas, según los resultados del quinto Barómetro Auto Mobility Trends presentado en Casa Seat de Barcelona.

Marc Riera ha puesto como ejemplo de esas inversiones el proyecto F3 (Future: Fast Forward), que reúne a 52 empresas con 86 proyectos y una inversión global de 10.000 millones de euros que incluyen la gigafactoría de baterías de Sagunto y la transformación de las plantas de Martorell y de Navarra para producir cuatro modelos urbanos eléctricos. De esos 10.000 millones, 7.000 van a cargo de Seat y el Grupo Volkswagen y 357 corresponden a la ayuda pública concedida en el primer PERTE del vehículo eléctrico.

Pero tanto el Tavascan como los nuevos modelos urbanos eléctricos, que incluyen el Cupra Raval, se enfrentan al problema que supone un mercado con una cuota de los vehículos electrificados lejos de los objetivos y de la media europea. Riera ha apuntado que la firma "hace todo lo posible para reducir al máximo los costes, que implique una reducción de precio final" de los vehículos eléctricos. Ha instado a las administraciones a hacer un esfuerzo para impulsar la demanda en "un mercado que no reacciona" ante el aumento de la oferta de modelos eléctricos. Para ello pidió "medidas incentivadoras por parte del Gobierno para que el cliente vea con claridad al ir al concesionario la ventaja de elegir el eléctrico", es decir una alternativa al Moves actual para las ayudas "sean inmediatas y también fiscales".

Potencial de España

El peor escenario para el sector sería que, debido a la lentitud en las ventas de eléctricos, los fabricantes no cumplieran los objetivos de reducción de CO2 y afrontarán el pago de multas millonarias. La alternativa para las marcas de reducir la producción y venta de coches de combustión para esquivar las multas sería igualmente peligrosa, según Marc Riera. "La reducción de producción de vehículos de combustión pondría en peligro a los oems (fabricantes) y los proveedores". 

Pese a las dificultades, Marc Riera cerró su intervención en la presentación del Barómetro Auto Mobility Trends con un mensaje de optimismo y esperanza: "Creemos que España tiene lo que necesitamos parra la transformación del sector".