"Vivo una vida que tiene muchas vidas", dice la voz en off del anuncio del Seat Ateca. Esa afirmación tiene ahora más sentido. Seat ha iniciado lo que puede ser una nueva era en la que por fin la estrategia sea la adecuada y dé frutos. Seat está, por fin, donde tiene que estar, el mercado de los SUV. Ahora solo falta que Volkswagen le dé el sello para estar también en los países adecuados en los que crecer. ¿Lo conseguirá?
La marca española ha entrado muy tarde en el segmento de los SUV, prácticamente ha sido la última en llegar al nuevo El Dorado del automóvil con excepción de algunos fabricantes de lujo que juegan otra liga y que están creando otro escalón en el mercado de los todocamino.
Ateca, opción conservadora
Seat ha entrado en un segmento de mercado creado hace años y en el que ya están casi todas las marcas. La incógnita era saber si habría sitio para el Ateca en un mercado abarrotado. Los datos indican que probablemente sí hay sitio debido a la opción conservadora de Seat y a que el mercado sigue creciendo con fuerza.
Los beneficios récord de Seat, los operativos, no los netos inflados por la venta de la financiera a Volkswagen, han sido presentados con una sonrisa de oreja a oreja por el presidente, Luca de Meo, y su equipo. La pregunta formulada en la rueda de prensa de presentación de los resultados por un periodista extranjero es en un buen resumen del cambio experimentado: "¿La posibilidad de que Volkswagen venda Seat ya está superada?".
El tesoro de Seat
Cuando el anterior presidente de Seat Jürgen Stackmann nos enseñó hace unos años el prototipo de Ateca en el supercreto Centro Técnico de Martorell estaba claro que era mucho más que un modelo nuevo. Era el inicio de una nueva era para la que Seat había sido vetada durante años, demasiados y que se ha demostrado decisiva para recuperar la rentabilidad. La próxima aparición del SUV pequeño derivado del Ibiza, el Arona, y la del SUV grande basado en el concepto 20V20 seguirán mejorando los números y los fundamentos de Seat. Y también la imagen de la marca sureña de la multinacional alemana, que ahora sí contribuye de forma sustancial a las ganancias del grupo y a que los trabajadores alemanes mantengan sus empleos con la producción del 20V20.
Las siguientes estaciones de Seat tienen que ser la apuesta por países emergentes. El montaje en Argelia de coches producidos en Martorell va en la buena dirección, pero la marca tiene que recuperar sus planes para desembarcar en serio en México y Latinoamérica y en China y Asia.