La dirección de la multinacional alemana Robert Bosch ha anunciado el cierre de la fábrica que tiene en la localidad catalana de Castellet i la Gornal, lo que supondrá el despido de sus 300 empleados. La decisión tiene lugar después del fracaso en la búsqueda de un comprador o de posibles inversores.
El anuncio ha tenido lugar en una reunión mantenida este lunes por la mesa industrial, en la que están representados el proveedor del automóvil y los representantes de los trabajadores. Los sindicatos han recibido la noticia, en el seno de la mesa que tenía que buscar un futuro para las instalaciones, como un duro golpe y la culminación de una larga decadencia por la "dejadez" de la multinacional, según han denunciado.
El comité de empresa ha trasladado su "total rechazo" a la decisión y exigen que sea la alta dirección de la multinacional alemana la que dé la cara para explicar los motivos del cierre con el fin de "valorar las causas y motivos" y plantear alguna alternativa que permita mantener la actividad industrial en el municipio del Alt Penedès, en la provincia de Barcelona.
Búsqueda de 'partner industrial'
El comité de empresa recuerda que la planta ha sufrido un declive constante desde 2003, cuando la plantilla alcanzó casi los 1.200 empleados. Desde entonces, la cifra de trabajadores se ha ido reduciendo mediante planes de viabilidad, expedientes de regulación y bajas incentivadas acompañadas de rebajas salariales.
La compañía buscó durante 2019 empresas interesadas en implantarse en el espacio que ocupa en Castellet mediante un acuerdo con un "partner industrial". Esas tareas de búsqueda de inversores, que tenían que finalizar al acabar 2019, no han tenido resultados positivos.
"Desafortunadamente, todas las medidas examinadas para continuar la producción en Castellet no son suficientes para restablecer la competitividad de la localización y alcanzar costes objetivos competitivos. Además, desde 2016 se ha impulsado intensamente la adquisición de negocios alternativos. Lamentablemente, el resultado tan solo ha mostrado un efecto mínimo sobre el empleo y, por lo tanto, no se puede considerar una alternativa realista", explicaron desde la empresa.
La compañía ha planificado el cierre en 2021 aunque "lo antes posible" en función de cómo evolucione la negociación. La producción que se lleva a cabo en Casteller será trasladada a otros centros en Europa de la división a la que pertenecen los motores de los limpiaparabrisas, que ha iniciado una reestructuración por la falta de rentabilidad agravada por el descenso de la producción mundial de vehículos.
Planta con más de 40 años
Desde Bosch explicaron que, a pesar de esta decisión sobre la factoría de Castellet, continúan manteniendo el compromiso con España, donde emplea a alrededor de 8.400 personas en sus diferentes instalaciones y áreas de negocio.
La planta de Robert Bosch de Castellet tiene una trayectoria de más de 40 años y se dedica a la producción de motores para limpiaparabrisas de los coches. En 2014, la empresa y el comité firmaron un acuerdo de reducción de plantilla y costes laborales que garantizaba el mantenimiento de la plantilla hasta 2019. Para eso fue necesario una reducción de costes laborales del 20% mediante una rebaja salarial del 10% y de otros 10% a través de otros conceptos.
El comité de empresa ha convocado una reunión de urgencia para planificar la respuesta al anuncio de Robert Bosch del inicio de la tramitación de un ERE para proceder al cierre de la planta.