Salvador Illa comenzó su mandato como 133 presidente de la Generalitat con un gesto de continuidad al mantener el monovolumen Seat Alhambra como coche oficial. Pero más allá de este gesto, cargado se simbolismo pero también con mucho calado, el nuevo Govern que acaba de tomar posesión de sus cargos supone cambios profundos en los perfiles de los 'consellers'. Entre sus tareas pendientes figura una pesada mochila que afecta el sector de la movilidad y la automoción


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Los 16 'consellers' del nuevo Govern ya están plenamente en activo después de prometer su cargo y su fidelidad a Salvador Illa y tras recibir el traspaso de la cartera por parte de los anteriores consejeros del Ejecutivo republicano de Pere Aragonès. Salvador Illa ha configurado un gabinete con alcaldes y concejales del PSC, exdirigentes de Junts y CiU e independientes que ha definido como "transversal". El nuevo 'president' ha instado a los consellers que ha nombrado a seguir el espíritu de servicio al ciudadano.

Miquel Sàmper recibe la cartera de Roger Torrent / TREBALL

Los interlocutores del sector de movilidad y automoción cambian en la nueva etapa del Govern encabezado por el líder del PSC. El nuevo interlocutor directo es Miquel Sàmper, que ha recibido el traspaso de la cartera de Empresa i Treball (que engloba a Industria) de manos de Roger Torrent. Sàmper ha sido uno de los impactos del nuevo Govern al haber sido 'conseller' de Interior en el Ejecutivo de monocolor de Junts de Quim Torra y haber emprendido un distanciamiento con su partido en los últimos meses que le llevó a salir del mismo y posicionarse a favor del PSC. 

Al igual que Roger Torrent, Miquel Sàmper no tiene relación previa con el sector de la automoción y la movilidad al proceder el ámbito jurídico como abogado, una profesión que ha desempeñado desde que dejó la Conselleria de Interior. Entre sus clientes se encuentra Lluís Puig, diputado catalán de Junts y refugiado en Bélgica, como Carles Puigdemont. 

Objetivo: un pacto social

El origen y la vinculación de Miquel Sàmper con Terrassa seguro que le ha permitido vivir de forma directa la evolución de la industria en las últimas décadas, en las que el sector ha ido perdiendo peso en Cataluña con numerosos cierres de factorías. En sus primeras declaraciones, Sàmper ha asegurado que ya tiene edad para que no le afecten las críticas procedentes de su antiguo partido, y se ha fijado como objetivo lograr "un pacto social con el que trabajadores y empresarios estén satisfechos". 

Una de las asignaturas pendientes de Sàmper y del nuevo Govern consistirá en recomponer la relación con la industria de automoción y, especialmente, con el grupo Seat, que todavía tiene clavadas las espinas de varios desplantes del Govern. Como la del boicot que sufrió Seat por parte del Govern en el acto celebrado en 2021 en el que la compañía y la cúpula del grupo Volkswagen anunciaron sus planes de electrificación para la factoría de Martorell. La presencia del rey fue el motivo argumentado para que Pere Aragonès y sus 'consellers' plantaran a Seat. En ese momento, Miquel Sàmper, como responsable de Interior, intentó justificar la presencia en el acto del mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, por "razones operativas". "El el mayor cree que debía estar presente, por mí perfecto", afirmó Sàmper. 

A partir de ahora tendrá que tejer relaciones con Seat y el grupo Volkswagen así como con el conjunto de proveedores del sector y vigilar el cumplimiento de los planes de la firma china Chery con su socio local Ebro en la antigua planta de Nissan de la Zona Franca y en la de Montcada i Reixac. De esos planes depende la recolocación de un millar de exempleados de la japonesa y decenas de millones concedidos en ayudas públicas de las administraciones. 

La patata caliente del impuesto del CO2

Tan Miquel Sàmper como la nueva consejera de Economía, Alicia Romero, tendrán que lidiar con otra patata caliente para el sector del automóvil: el impuesto sobre las emisiones de CO2 de los vehículos de motor. Tras una accidentada implantación con múltiples errores, el impuesto ha permitido una recaudación por debajo de las expectativas y ha provocado un efecto colateral que se ha convertido en un bumerán para el sector.

Cataluña ha perdido miles de matriculaciones de coches, con la merma fiscal que supone, debido al movimiento de las grandes empresas de flotas de vehículos de trasladar sus sedes y radicar el registro de sus vehículos fuera de la comunidad catalana, al ser la única que cobra el nuevo tributo del CO2 cada año a los vehículos censados en su territorio. Desde la puesta en marcha del nuevo tributo, Cataluña ha ido perdiendo peso en el conjunto de las matriculaciones de toda España por la fuga de las operaciones de las grandes flotas de vehículos.           

"A partir de ahora, se abre un nuevo ciclo político en Cataluña en el que desconocemos si la estabilidad podrá ser una máxima de este nuevo Govern de la Generalitat de Catalunya", destaca la Unión Patronal Metalúrgica (UPM) en un comunicado tras la investidura de Salvador Illa. La organización que preside Jaume Roura, que también es presidente del Gremi del Motor de Barcelona y de la patronal de concesionarios catalana (Fecavem), ofreció "mano tendida" e instó al President a cumplir lo que dijo en un reciente encuentro con empresarios metalúrgicos: "Quiero reconocer el papel del empresario y la empresaria como generadores de prosperidad en una sociedad. No hay ningún mecanismo de prosperidad mejor que la economía de mercado. Viví, en primera persona, la relevancia de la industria durante la pandemia. La industria fue capaz de fabricar todo aquello que entonces era esencial".

El Centro de Formación Profesional de Automoción de Martorell (Barcelona)

Petición de los empresarios

Salvador Illa anticipaba, en julio pasado, que si lograba formar un Govern no haría "ningún milagro, pero será ambicioso". "Y reconoceré el papel de la empresa, trataré de salir adelante, aplicar el sentido común, intentar escuchar y también decidir". 

En el otro lado de la partida, Salvador Illa y sus consejeros tendrán que dar respuesta a las demandas de los sindicatos de no dejar a nadie atrás en la transición ecológica de la movilidad y de la industria. Para ello exigen más formación para que los antiguos perfiles laborales puedan encajar en las nuevas necesidades de las empresas. En ese terreno, otra asignatura pendiente de Miquel Sàmper, junto a la nueva responsable de Educación y FP, Esther Niubo, e incluso de Salvador Illa es dotar de contenido útil para el sector el centro de formación para la automoción de Martorell, un megaproyecto con instalaciones de última generación que sigue infrautilizado y sin contar con el apoyo del sector incluso tras la última solución de confiar la gestión a la UPC.