Nuevo capítulo en las relaciones entre Renault y Nissan. Tan solo dos meses después de la refundación de la alianza mediante la firma de unos "acuerdos definitivos", las dos compañías siguen reescribiendo su difícil equilibrio. A partir de ahora, la alianza de Renault, Nissan y Mitsubishi abandona su plataforma conjunta de compras y deja libertad a cada marca para decidir sus proveedores.  


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"La organización de compras de la alianza evolucionará hacia organizaciones distintas basadas en un enfoque individualizado proyecto por proyecto", aseguró Renault en un comunicado firmado en solitario por la marca francesa, a diferencia de otros acuerdos anunciados de forma conjunta con Nissan y Mitsubishi. 

Autonomía de Renault y Nissan

"La empresa líder de un proyecto determinado podrá definir de manera autónoma las especificaciones y los procesos para responder a las exigencias de cada empresa en materia de productos, siempre respetando las reglamentaciones de cada región", añadió Renault, que justificó la decisión porque "permitirá tomar decisiones más rápidamente y mejorar la eficacia operacional en muchos campos: mercados, tecnologías, vehículos, entre otros, con el objetivo de sostener la implementación de proyectos comunes de la alianza para Europa, América Latina e India".

Según detalla Renault, "hasta finales del año 2023, la organización de la alianza pasará de un modelo estandarizado a escala mundial a una cooperación basada en los proyectos con el fin de permitir la toma de decisiones de una forma más rápida y ágil, adaptada a las exigencias de cada región". Esta separación operativa se apoyará en "las fortalezas geográficas, los recursos técnicos y la experiencia de mercado de cada socio, apoyando así sus planes estratégicos respectivos".

Renault recuerda que estos cambios buscan "adaptarse a una nueva tendencia en la industria del automóvil", en la que "los mercados son cada vez más regionales debido a las diferencias de reglamentaciones, de ritmos de adopción del vehículo eléctrico y de las necesidades de conectividad".

De las sinergias a la separación

Los "acuerdos definitivos" firmados en julio pasado incluyen una serie de "proyectos operativos con fuerte creación de valor" en India, Latinoamérica y Europa y "permiten entrar en un nuevo capítulo de la alianza", según el presidente y jefe del consejo de administración de Renault, Jean-Dominique Senard, que consideró que saldrá "reforzada" y sentará las bases de "una nueva gobernanza equilibrada, justa y eficaz".

Makoto Uchida destacó que la colaboración sería "mutuamente beneficiosa" en áreas de innovación de interés común, y añadió que la inversión en Ampere "complementa y fortalece el impulso continuo de electrificación de Nissan en Europa y generará numerosas sinergias", como reducción de costes, el cumplimiento de normativas y productos y sistemas eléctricos, señaló el ejecutivo nipón. Luca de Meo subrayó el "potencial de generación de valor que se cifra en cientos de millones de euros" para las tres empresas y para sus socios. 

El pacto de reequilibrio preveía que Nissan invertiría hasta un máximo de 600 millones de euros en Ampere, la filial de electromovilidad del grupo francés, con el fin de tener una participación minoritaria y no tan estratégica como se había dicho tan solo unos meses antes en la firma del enésimo protocolo de la alianza entre Renault, Nissan y Mitsubishi en la era posterior a Carlos Ghosn, el todopoderoso presidente defenestrado.

Nissan gana poder

Con la inversión anunciada de hasta 600 millones, Nissan se convertirá en un socio minoritario de Ampere, un estatus similar al del fabricante de procesadores Qualcomm. Esta inversión forma parte de la formalización de los acuerdos definitivos entre los tres miembros de la alianza automovilística, que enmiendan el protocolo marco de febrero para reequilibrar fuerzas y en el que Renault cede poder a Nissan y se compromete a no absorber el fabricante japonés, tal como quería Carlos Ghosn.

En febrero pasado, las tres marcas asociadas firmaron un acuerdo marco que preveía que Nissan hiciera una inversión para ostentar el 15% de Ampere. Ese acuerdo levantó ampollas en la cúpula de Nissan, en la que el consejero delegado, Makoto Uchida, llegó a espiar a su mano derecha, el jefe de operaciones, Ashwani Gupta, que finalmente fue despedido. Posteriormente se conoció que Gupta se manifestó en contra de que Nissan comprara el 15% de Ampere. 

Finalmente, el porcentaje que tendrá Nissan en Ampere se estima alrededor del 6% teniendo en cuenta que la división se valora en unos 10.000 millones de euros. A pesar de las ansias de poder de Nissan y de tratar a Renault como a un igual en lugar de su principal accionista, el fabricante japonés se aleja de la aventura eléctrica del grupo francés, cuyo consejero delegado, Luca de Meo, ha emprendido una estrategia que busca financiación mediante nuevos socios.  

Pese a la rebaja de la participación, Nissan tendrá derecho a un sillón en el consejo de administración de Ampere, lo que ha llevado a las dos compañías calificar el papel de la japonesa de "inversor estratégico". Con el nuevo acuerdo, el consejero le saldrá más barato a Nissan.

Las tres marcas implicadas en la alianza ratificaron los términos para equiparar las participaciones cruzadas pero con una cesión relevante por parte de Renault. La marca francesa no podrá hacer uso del derecho de voto sobre el 28,4% del capital de Nissan, que está depositado en un fideicomiso a la espera de su venta, en al que la japonesa tendrá derecho de atnteo. En el acuerdo de febrero, Renault se reservaba el derecho de voto, con los que el reequilibrio accionarial era poco más que un maquillaje temporal. 

Con la neutralización de los derechos de ese 28,4% del capital, Renault y Nissan tendrán voto sobre la participación del 15% cruzada. Renault tiene un 43% del capital de Nissan desde la época en la que Carlos Ghosn formalizó la alianza que ahora se está deshaciendo.