Ampere, la nueva división de vehículos eléctricos de Renault, tendrá que llevar adelante sus planes sin la inyección económica que pretendía obtener de la bolsa. Renault ha anunciado la cancelación de la salida a bolsa de Ampere tras numerosos retrasos. La compañía francesa no ha querido arriesgarse a entrar en un mercado bursátil inestable con una oferta de rentabilidad baja, por lo que tendrá que financiar con sus propios recursos las fuertes inversiones en el lanzamiento de nuevos modelos eléctricos. 


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La nueva empresa estaba destinada a salir a bolsa desde el momento en el que Luca de Meo, CEO del grupo Renault, anunció la decisión de desgajar en Ampere el negocio eléctrico, con más potencial de futuro, y dejar la actividad tradicional de producción de vehículos de combustión junto con los híbridos en Horse, que tiene una sede en Madrid

Después de varios retrasos, el "último calendario" preveía la salida a bolsa de Ampere en el primer semestre de 2024. Sin embargo, ahora Renault considera que no se reúnen las condiciones del mercado para "proseguir de manera óptima con la salida a bolsa". 

Renault baja en bolsa

Las propias acciones de Renault están sufriendo la volatilidad de los mercados bursátiles al haber caído un 8% en el último mes y un 14% en seis meses. Ese descenso de los títulos de Renault contrasta con la evolución ligeramente positiva del índice CAC 40 de la Bolsa de París, que subió el 1,5% en un mes y casi  el 2% en seis meses. A corto plazo, la ralentización de la economía junto con el impacto económico de los conflictos bélicos de Ucrania y Gaza no permiten presagiar una inflexión positiva en la bolsa. 

Renault había diseñado el plan de negocio de Ampere basado en la salida a bolsa, con un equipo directivo encabezado por Luca de Meo y con el español Josep Maria Recasens como número dos y un comité especial que tenía como objetivo preparar el lanzamiento de una oferta pública de venta (OPV) de acciones. Tras la cancelación, Renault ha ratificado los planes de Ampere aunque tendrá que asumir sus inversiones.

El grupo francés ha asegurado que tiene capacidad para financiar a Ampere gracias a la mejora de los resultados respecto a los planes iniciales, que permiten generar un flujo de caja sostenible. Por tanto, Ampere afrontará los próximos lanzamientos de los modelos eléctricos R5, R4, Twingo y otros dos vehículos. 

De Meo: "Una decisión pragmática"

"Hoy hemos tomado una decisión pragmática. Todos estamos centrados en ejecutar nuestra estrategia y en consolidar nuestra trayectoria para crear valor para todas las partes interesadas", ha asegurado Luca de Meo. 

Las expectativas de una rentabilidad y un volumen de actividad bajos en los primeros años tampoco era un escenario competitivo para atraer a los inversores. Ampere basa su actividad en el complejo de fábricas de coches eléctricos y de baterías situadas en el norte de Francia, en un complejo industrial conocido como ElectriCity. Ese complejo tiene una capacidad de producción de 400.000 vehículos eléctricos al año y se prevé que llegue a un millón de unidades en el horizonte de 2031. Ampere logrará su primer beneficio de explotación en 2025, con un margen de rentabilidad de dos cifras en 2030.