La tensión ha estallado en la fábrica de piezas metálicas de Renault en la Bretaña, que afronta una venta 'in extremis' como alternativa al cierre. Siete directivos de la multinacional están "retenidos" en las instalaciones ubicadas en la localidad de Caudan debido al bloqueo de los accesos por parte de los trabajadores, según ha denunciado la compañía.
"Un grupo de empleados de la Fonderie de Bretagne retiene actualmente a siete miembros de la empresa en la fábrica de Caudan", ha asegurado Renault en un comunicado publicado a última hora del martes 27 de abril.
"El Grupo Renault condena enérgicamente estas acciones y pide el levantamiento del bloqueo y un retorno inmediato a la calma", ha añadido la compañía, que recuerda que "actualmente está en marcha la búsqueda de un comprador para mantener las actividades de la fábrica y garantizar la continuidad de los puestos de trabajo. Este proceso debe continuar con diálogo y calma".
Fondo de reciclaje de empleados
Un dirigente del sindicato CGT en la empresa aseguró unas horas antes que "nadie saldrá hasta que obtengamos lo que pedimos", y advirtió: "Tienen que dejar de burlarse en nuestra cara", según publica el diario Le Monde.
Los 284 empleados que quedan en esta fundición protestan por la falta de alternativas de reindustrialización. Tanto esta fundición como otras plantas similares están amenazadas en Francia por la caída de las ventas de motores diésel, que hace inncesarias las piezas que se producen en esas instalaciones.
Pocas horas antes de que venciera el plaso dado en el proceso de quiebra llegó una oferta de compra por parte de un grupo inversor. El día antes, el Gobierno anunció la puesta en marcha de un fondo con una dotación inicial de 50 millones de euros procedentes de aportaciones de empresas y la Administración para ayudar a la reconversión de empleados que pierdan su trabajo por la transición ecológica.