El plan de reconstrucción de la economía española en el que trabaja el Gobierno incluirá medidas específicas para incentivar y apoyar la demanda y la oferta en el sector del automóvil. Así lo anuncia Raül Blanco, secretario general de Industria, en una entrevista con la web Coche Global en la que confirma que el Ejecutivo está diseñando un nuevo plan Renove sin vetos a la tecnología de los vehículos.
"Nos encontramos con una parada de oferta porque hemos parado las fábricas y en una parada de la demanda porque nadie sale ahora a comprar coches. La cuestión es cómo salimos de esta situación, que es tremendamente difícil e insólita", asegura Raül Blanco desde el confinamiento en la serie de entrevistas en las que los líderes de la automoción responden la pregunta de #ComoSalimosDeLaCrisis. Es la misma pregunta que hace la encuesta Auto Mobility Trends a las empresas del sector en estos momentos.
La respuesta de las empresas del sector de automoción y del resto de la economía ha sido, según dice, ejemplar. "Lo primero era ver cómo se hacía frente a la emergencia sanitaria. Las instituciones y las empresas lo han tenido claro desde el primer momento. No hay ninguna dicotomía entre economía y salud, lo importante era salvar vidas. Las empresas de todos los sectores, y del auto también, que es un sector ejemplar, lo han entendido".
Para el alto cargo del Gobierno, "ahora hay que empezar a preocuparse del día después en el automóvil. Hay que garantizar que se arranque en condiciones de seguridad, y el acuerdo entre patronales y sindicatos lo garantiza, y después los temas de demanda estarán ahí enseguida". A su juicio, "poner las plantas en marcha es una buena noticia porque permitirá recuperar, al menos en parte, el pulso de la exportación y después habrá que garantizar la demanda local".
Nuevo plan Renove
Precisamente, la evolución de los consumidores y, por tanto, de las ventas de coches es "una gran incógnita". "Por un lado habrá demanda contenida de todas estas semanas y es probable que con los precios hasta final de año pueda atraer más demanda y habrá que plantearse según los resultados si es necesario todavía reforzar más con políticas de incentivos esa demanda".
El Gobierno tiene ya sobre la mesa una propuesta de plan de choque presentada por las principales organizaciones empresariales que reclama un plan Renove con una dotación de 300 millones. "Las medidas para la demanda están muy estudiadas -afirma Blanco-. Hay que partir de un plan que cumpla con la neutralidad tecnológica e incentive la demanda. Hay experiencias anteriores que se pueden actualizar de una manera rápida, que dependerá de la disponibilidad presupuestaria. Veremos en las negociaciones de planes de reconstrucción general cómo se puede recoger eso".
"El objetivo de reducción de emisiones debe ir acompañado de un objetivo de máximo impacto (positivo) sobre la industria y el empleo. Esa neutralidad tecnológica nos garantiza combinar esos aspectos", indica el responsable del área industrial en el ministerio que dirige Reyes Maroto. El plan de automoción anunciado por la ministra en 2019, que tenía una dotación presupuestaria de 2.634 millones, "puede ser un buen punto de partida", según reconoce Raül Blanco.
Apoyo a la inversión
Con las propuestas del sector y los objetivos del ministerio, la pieza que falta en el rompecabezas es la de los fondos para pagar las ayudas a la compra de automóviles. "Nos vamos a situar en una situación presupuestaria difícil -advierte Blanco- que además va acompañada por el parón de la economía, que significa que no hay ingresos fiscales. Habrá una tensión notable e histórica. Se tendrán que priorizar las medidas y el papel de Europa es relevante, no podemos salir de esta sin Europa. En los próximos días y semanas, esas piezas tendrán que ir encajando".
"Si se pudieran europeizar algunas medidas -dice- sería perfecto para seguir una misma línea con dotación presupuestaria europea", aunque admite que es un camino difícil en estos momentos.
Además de los incentivos a la compra de vehículos, el plan en el que trabaja el Ejecutivo incluirá también medidas para impulsar la oferta en forma de "apoyo a la inversión". "El sector de automoción, sometido a una presión regulatoria muy alta en el ámbito de las emisiones está realizando grandes inversiones en un momento, antes de la crisis, en que las rentabilidades ya eran bajas y la demanda, moderada. Eso significa que el momento de máxima inversión del sector seguirá ahora con unas dificultades más altas. Con dos meses de parón, la capacidad de inversión de los grandes constructores se habrá visto afectada".
Garantizar la liquidez
Entre las urgencias que tiene que atender el Ministerio de Industria se encuentra velar por el mantenimiento de las empresas. "La idea es que no falte liquidez en las empresas durante el parón y que no entremos en una crisis de solvencia. Posteriormente todo indica que la situación se recuperará. Si perdemos piezas por el camino, todo será mucho más complicado".
La última pregunta de la entrevista apela a la formación como economista de Raül Blanco. ¿Cómo será la recuperación, en forma de V, de U...? Su análisis parte de que nos encontramos ante un "shock simétrico en el que la recuperación será más fácil porque todos los países pondrán medidas a la vez para salir de la crisis".
Sin embargo, España tiene dos frenos importantes: "El tejido de pymes y microempresas y el gran peso de sectores 'sociales' como hostelería, turismo, restauración nos va a marcar. El efecto tractor del turismo en nuestra economía nos va a afectar más que a otros países", alerta. Pero de declara como un economista cauto, por lo que afirma que habrá que ver si la recuperación tiene forma de U o de V.
El barómetro Auto Mobility Trends es una iniciativa de la web Coche Global y la consultora YGroup Companies que pretende ofrecer al sector una herramienta transversal de diagnóstico de la evolución de la automoción en un momento que ya era de gran incertidumbre antes de la actual crisis debido a la transición energética y los nuevos hábitos de consumo. La primera oleada del sondeo se llevó a cabo justo en febrero, cuando empezaban a verse los efectos del Covid-19.