Roland Schell (Rastatt, Alemania, 1963) lleva a unos cuatro años como máximo responsable de Mercedes-Benz Iberia, tiempo suficiente para comparar la situación de la automoción en España con la de Alemania y otros países en los que ha trabajado. El directivo alemán critica el escaso apoyo de la Administración española, pero también lamenta la falta de coordinación del sector del automóvil para responder con una sola voz.
En su opinión, "el debate de las emisiones está más centrado en las emociones que en la realidad o el sentido común" como demuestra el hecho de que cuando llegó la nieve a Madrid y no había circulación aumentó la contaminación en la ciudad. Aunque también reconoce que el sector no está actuando de forma coordinada y con una única voz porque "hay diferentes motivaciones".
Schell alerta que el parque automovilístico español sigue envejeciendo, por lo que es imprescindible tomar medidas. “En España el parque tiene de media más de 12 años, no se está haciendo nada para renovarlo y un coche de esa edad contamina como 10 nuevos”, destacó.
Para el directivo de Mercedes, presidente de la filial española desde 2017, los fabricantes de automóviles han trabajado duro y han hecho los deberes. “Hemos cumplido las restricciones de CO2 y hemos hecho la transformación a la movilidad eléctrica y digital, pero no tenemos apoyo”.
Coches eléctricos inviables
Schell, que antes de llegar a España trabajó durante más de una década en Italia, se sorprende del poco apoyo institucional al sector en un país que es el segundo fabricante de vehículos de Europa. “Los programa para renovar el parque son complicados”, destaca y los coches eléctricos son inviables porque no hay una red suficiente de electrolineras, además la instalación de postes se retrasa entre 6 y 9 meses por temas burocráticos.
Sobre la última gran operación de concentración en el sector de automoción, la fusión de FCA y PSA en el nuevo grupo Stellantis, destacó que habrá que ver "si tienen éxito" porque son "culturas diferentes". Mercedes ya hizo un intento de fusión con Chrysler que terminó con el grupo estadounidense en manos de Fiat. "Chrysler tiene una buena imagen en Estados Unidos, pero no tiene tecnologías innovadoras, una operación así se hace para abrir mercado, nosotros lo intentamos y pagamos mucho dinero".
En cuanto a los cambios que está experimentando el negocio y el proceso de la venta de vehículos, Schell cree que la transformación de una empresa a un proceso más digital "es bueno para el intercambio de información, pero no para la creatividad. En poco tiempo hemos hecho de una empresa y una red muy tradicionales una muy digital, pero también hacemos reuniones presenciales”. En cuanto a las ventas 100% online, reconoce que se han hecho algunas operaciones en España, incluso sin probar el vehículo, pero fue posible porque la fiabilidad de la marca Mercedes ayudó.