Las oficinas de Seat en Martorell dejarán de estar casi vacías a partir de esta semana. La compañía ha puesto en marcha una nueva fase de la desescalada de las medidas aplicadas en los últimos meses para prevenir el coronavirus que incluye la vuelta de los empleados a la oficina para reanudar su trabajo presencial.
La dirección de Seat comunicó a los sindicatos, en una reunión que tuvo lugar el viernes pasado, el final del teletrabajo masivo y generalizado para unos 5.000 trabajadores de oficinas y la vuelta al sistema mixto que se había acordado en verano de 2020 y que apenas se pudo poner en marcha. Desde septiembre de 2020, Seat acordó el envio a casa de los empleados de tareas administrativas para seguir trabajando a distancia debido a la llegada de la tercera ola de la pandemia.
Trabajo presencial y a distancia
A partir del día 17 y hasta el 21 de mayo, la plantilla de Seat iniciará el retorno a las oficinas de forma gradual con "un prodencial tiempo de adaptación" con el fin de "facilitar la renudación del trabajo presencial", según indica el acuerdo firmado por la dirección y los sindicatos.
Según la empresa, "una vez finalizado el estado de alarma y teniendo en cuenta la situación actual, y dentro del indicado proeso de desescalada y normalización, se considera oportuno dejar sin efecto la aplicación extraordinaria del sistema de teletrabajo".
Sin embargo, el trabajo en la nueva normalidad para el personal de oficinas no será únicamente presencial, sino que será un sistema mixto basado en el acuerdo Smart Working. Con ese método, la plantilla de Seat que no es personal de producción pueden teletrabajar hasta dos días a la semana y organizar su horario laboral en una franja de 6 de la mañana a 8 de la tarde.
Desescalada de Seat
La iniciativa Smart Working incluye un acuerdo de desconexión digital que prevé el derecho del empleado a la desconexión digital para evitar prolongaciones de jornada, Por ello tiene derecho a no responder cualquier tipo de comunicación fuera de su horario laboral.
Seat inició su plan de desescalada dando marcha atrás en algunas medidas de prevención a final de abril. En una primera fase se normalizó la ocupación de los autocares que trasladan a los empleados, se eliminó la limpieza extraordinaria varias veces al día para desinfectar algunos espacios y se redujo a la mitad la frecuencia de los test de antígenos a los empleados, al pasar de dos a uno a la semana.