Luca de Meo ha vuelto a rediseñar la cúpula de Alpine, la marca deportiva y premium del Grupo Renault y la preferida del directivo, que está llamada a ser la más rentable en los próximos años. Un paso en esa dirección es el nombramiento de Philippe Krief, un ingeniero francés de 58 años, como nuevo CEO de Apine, en sustitución de Laurent Rossi, que ocupaba el cargo desde enero de 2021, cuando De Meo presentó la Renaulution y su nuevo equipo. Rossi asumirá otras responsabilidades dentro del grupo pero fuera de Alpine.
Krief es francés, pero, salvo un primer trabajo en Michelin, ha desarrollado toda su carrera profesional en Italia, en Fiat, Alfa Romeo y Ferrari, el mismo grupo en el que forjó De Meo. Se incorporó a Alpine el pasado mes de marzo como director de ingeniería y desarrollo de producto. Venía de Ferrari, donde desde 2016 era el máximo responsable de ingeniería de la marca del 'cavallino'. Previamente había sido el responsable del desarrollo de la plataforma Giorgio y del Giulia y Stelvio.
Abarth, Cupra y ahora Alpine
En el comunicado de este relevo, De Meo explica que "Philippe (Krief) tiene una larga experiencia en el sector, un gran conocimiento técnico y las cualidades de liderazgo esenciales para el éxito de nuestro proyecto con el lanzamiento de nuevos vehículos a partir del próximo año. Tengo toda la confianza en Philippe y su equipo para llevar a Alpine a nuevas metas".
El jefe del Grupo Renault planea convertir a Alpine en una marca de éxito, como ya hizo con Cupra en Seat y, años antes, con Abarth en Fiat, con la ventaja de que la francesa tiene una larga historia y muchos éxitos en competición, por eso ha dado nombre al equipo de F1.
Coincidiendo con el relevo del CEO de la marca ha reorganizado Alpine Motorsports con el nombramiento de Bruno Famin como director de todas las actividades deportivas, desde la F1 hasta las carreras de clientes, pasando incluso por los Rally Raid, donde Alpine apoyará a Dacia en su proyecto para el Dakar, una carrera que él conoce bien porque fue el máximo responsable de Peugeot Sport y responsable del equipo cuando ganó Carlos Sainz esa carrera. Famin dirigirá también la Academia Alpine, vivero de nuevos pilotos, y seguirá siendo director general de la fábrica Alpine Racing en Viry-Châtillon (Francia), donde se montan los motores de altas prestaciones para todas las categorías.
El renacer de Alpine
Alpine nació en 1955 por el impulso de Jean Rédele, el propietario de un concesionario de Renault en Dieppe (Francia) apasionado de las carreras que desarrolló sus propios vehículos de éxito sobre la base de los Renaut. En 1973 el grupo francés se hizo con el control de la marca, que renació en 2017 con el modelo A110 y se relanzó en 2021 con la llegada de Luca de Meo a la cima del grupo dispuesto a que juegue un papel destacado entre las marcas europeas más deseadas.
En 2022 Alpine vendió 3.500 unidades, un 33% más que en el año anterior y en el primer semestre de este año las matriculaciones aumentaron un 9%, hasta las 1.863 unidades. Con un único modelo, que Alpine declina en ediciones limitadas cada vez más sofisticadas, y limitado a los mercados europeos y Japón, los planes de futuro prevén que cuente con siete modelos en 2030, eléctricos, y que desembarque en Estados Unidos y posiblemente en China.
En este plan se incluye un crecimiento de los ingresos hasta los 8.000 millones en 2030 con un margen operativo del 10% y ser rentable en 2026 con una facturación ya de 2.000 millones. Un proyecto muy ambicioso para una marca que hace cuatro años no tenía un futuro claro.
El futuro de Alpine
Hace sólo unas semanas, Luca de Meo reconocía que cuando llegó a Renault "Alpine estaba en un callejón sin salida, los ingenieros de Renault Sport no tenían ningún apoyo de la dirección y la sustitución del A110 no estaba asegurada, ahora es uno de mis favoritos". Philippe Krief deberá pilotar esa trasformación radical y en muy poco tiempo para convertir a Alpine en una marca de gama más alta y generadora de márgenes de rentabilidad.
El plan de producto prevé que a finales de 2024 al Alpine A110 se sume el A290, estrechamente derivado del futuro Renault 5 eléctrico. En 2025 está previsto un SUV con carrocería coupé y un año después el nuevo A110, que tendrá también una versión cabrio. Más tarde llega un coupé deportivo de cuatro plazas, el A310, seguido de dos modelos más grandes, para competir con los Porsche Macan y Cayenne.
Hasta que llegue esa fecha, Alpine vive de lanzar series especiales limitadas y cada vez más codiciadas del A110, en 2020 y 2021 el Légende GT, en 2022 las limitadísimas Jean Rédélé, Tour de Corse 75 y Fernando Alonso y en 2023 el centenario de Le Mans y la última, por ahora, Enstone Edition, un homenaje al equipo de Fórmula1.
Además firma las versiones más altas de gama de los nuevos modelos de Renault con la terminación Esprit Alpine de Austral, Clio, Espace o Rafale que han conseguido que Renault aumente sus ventas en los acabados de gama alta, algo que antes no pasaba. Alpine cobra royalties de esas ventas, una forma de crear imagen de marca. De Meo es experto en esa estrategia.