Los aranceles que ha impuesto la Comisión Europea a los coches eléctricos importados de China ha sido uno de los asuntos claves en la cumbre hispano-china. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, rechazó los efectos colaterales negativos sobre productos españoles como los derivados porcinos y defendió una solución dialogada para el conflicto de los aranceles a los vehículos eléctricos. 


Inscríbete en este enlace para asistir a Auto Mobility Trends 2024 


Pedro Sánchez ha mantenido con su homólogo chino, Xi Jinping, un tono mucho más conciliador en relación con el principal conflicto comercial, los nuevos impuestos para frenar la invasión de coches eléctricos chinos fabricados en China. En el encuentro no ha habido ni rastro de la posición enrocada y visceral de la vicepresidenta Teresa Ribera a favor de los polémicos aranceles, que también rechaza la mayoría de la industria de automoción. 

Jamón español vs eléctricos chinos

Los dos mandatarios mostraron su cartas boca arriba con los reproches respectivos. Sánchez mostró su sorpresa porque China haya iniciado una investigación a los productos derivados del cerdo enviados desde Europa, lo que afecta especialmente a España, la principal potencia europea en la materia. El presidente español intentó convencer a su homólogo chino de la calidad del jamón y otros derivados porcinos, que tienen un peso importante en las exportaciones españolas.

Xi Jinping también puso sobre la mesa los reproches a la Unión Europea, centrados en su preocupación por los aranceles europeos a los vehículos eléctricos chinos. El presidente chino lamentó que Europa dé un trato peor a los eléctricos procedentes de su país que a los que entran en el mercado europeo procedentes de otros grandes productores como Estados Unidos y Canadá. Para Li, todas las subvenciones que ha dado el Gobierno chino a la industria de automoción del país, el argumento de Bruselas para justificar los aranceles, cumplen con las normativas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Apoyo de España a los aranceles

Pese a la contención y moderación mostrada por los dos líderes políticos, no queda claro si habrá un cambio en sus políticas. Por ejemplo, Pedro Sánchez no dejó claro si España puede cambiar su voto a favor de los aranceles a China. Argumentó que China no intentó, durante las negociaciones previas a los aranceles, convencer al Ejecutivo español para cambiar su posición y votar en contra de los nuevos impuestos, tal como hará Alemania, por ejemplo. El futuro de los aranceles, ahora en una fase provisional, depende de esa votación.

Según el comunicado oficial de la Moncloa, "Pedro Sánchez y Xi Jinping muestran en Pekín el excelente estado de las relaciones bilaterales entre China y España". Los dos mandatarios han coincidido en defender el diálogo. "El presidente Sánchez -indica la Moncloa- ha puesto en valor durante la reunión que, en los asuntos en los que las posiciones de España y China no coincidan plenamente, nuestro país mantendrá una voluntad constructiva de diálogo y cooperación, remarcando el compromiso de España en desarrollar una agenda positiva y en buscar soluciones consensuadas que beneficien a todas las partes, también a Europa".