El diálogo entre el Gobierno y el sector del automóvil para encontrar una senda compartida hacia la descarbonización ha comenzado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado la coincidencia con Anfac en que el sector necesita "certidumbre", una de las palabras más repetidas en la reunión mantenida con la junta de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles. En juego hay 194.000 empleos que se podrían perder si España no toma medidas para favorecer que las fábricas se adapten a la movilidad sostenible.
Después de algunos desencuentros entre un sector del Ejecutivo de Pedro Sánchez en la legislatura anterior, la reunión mantenida este lunes con la junta directiva de Anfac parecía una balsa de aceite con algunas sintonías evidentes, según han subrayado las dos partes. El presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos, ha pedido a Pedro Sánchez que ayude a reconstruir la confianza de los consumidores y de las multinacionales en el sector del automóvil español.
Al acabar el encuentro, Sánchez manifestó a través de Twitter que coincide con Anfac en la "necesidad de dotar de certidumbre al futuro del sector", al tiempo que reafirmaba el compromiso del Gobierno "con el desarrollo tecnológico, la transición hacia una movilidad sostenible, la descarbonización y el empleo de calidad".
Buena sintonía y advertencias
De los Mozos y el resto de miembros de la junta de Anfac acudieron al encuentro con Sánchez en un día en el que se han hecho públicos unos datos que refuerzan la necesidad de lograr esa certidumbre para evitar la caída de las ventas de coches, que en febrero fue del 6%. Fue un baño de realidad muy oportuno, igual que la fecha de la reunión, que tuvo lugar en pleno proceso de elaboración de los Presupuestos Generales del Estado.
Los fabricantes de automóviles esperan que esos presupuestos recojan las medidas que plantean en el plan estratégico hasta 2040, que presentaron a Pedro Sánchez. Aunque en el encuentro no participó la ministra de Hacienda, sí que estudieron presentes tres ministros con competencias en la automoción y la movilidad: Teresa Ribera, Reyes Maroto y José Luis Ábalos.
La apuesta del Ejecutivo fue bien recibida por los fabricantes, según han reconocido algunos de los asistentes a la reunión. Pero en el encuentro también hubo advertencias por parte de los fabricantes sobre las consecuencias que puede tener no hacer los deberes de forma correcta. Si se optara por no tomar la iniciativa en la transición ecológica y no hacer nada para que las fábricas se adapten, se podrían perder 190.000 puestos del trabajo, el 8% del emleo de la industria manufacturera, se provocaría un agujero económico de 21.165 millones, el 2% del PIB. El motivo es que la industria podría reducir su volumen de producción en unos 700.000 vehículos, más del 20% de las unidades totales.
En cambio, si España tomas las decisiones acertadas para impulsar esa transición ecológica ordenada, se podrían crear hasta 1.480.000 empleos, un 7% de los ocupados de toda la economía gracias a la nueva movilidad sostenible.
Inversión de 54.000 millones
Las recetas de Anfac para evitar ese esnecario tan negativo incluyen medidas a corto y largo plazo con una inversión de 54.000 millones. Entre las medidas se encuentra un plan de ayudas para renovar el parque automovilístico español que tenga un carácter social y que fomente el achatarramiento de los vehículos más viejos, un "marco fiscal integral al uso del vehículo con enfoque medioambiental", a través de un impuesto a la utilización en función de las emisiones de dióxido de carbono del vehículo, y vinculado a la supresión del impuesto de matriculación.
La asociación también aboga por la creación de un IVA reducido para los vehículos eléctricos, además de por ayudas a la renovación del parque con vehículos de cero y de bajas emisiones o por ayudas por inversiones en instalación de puntos de recarga.
Para el presidente de Anfac, esta primera reunión con el Gobierno es "fundamental" para el trabajo conjunto y la colaboración de todas las partes con el propósito de "diseñar un marco estratégico para el desarrollo de la nueva movilidad" en España, que permita impulsar al país como polo de atracción de nuevas inversiones y adjudicaciones de modelos y tecnologías para las fábricas. El plan también aspira a convertirse en un "proyecto país" que involucre a todos los agentes relacionado con la cadena de valor, a todo el ecosistema, a la Administración y también al conjunto de la sociedad.