"El mantenimiento del empleo en la planta de Nissan en Barcelona está garantizado". Así de seguro se ha mostrado Pedro Sánchez después de reunirse con el presidente de Renault y de la alianza Renault Nissan Mitsubishi, Jean-Dominique Senard, en el Foro de Davos.
Nissan, que no ha participado directamente en el encuentro con el presidente del Gobierno español, está ultimando un plan de reestructuracion fuera de Japón que supondrá el recorte de 12.500 empleos e incluso el cierre total o parcial de fábricas. En el encuentro también han participado la consejera delegada interina de Renault, Clotilde Delbos, y el consejero delegado adjunto y director Mundial de Fabricación y Logística del Grupo Renault, José Vicente de los Mozos.
Apuesta por los vehículos eléctricos
Tras la reunión, el presidente del Gobierno comunicó, a través de Twitter, que el mantenimiento del empleo en la factoría barcelonesa de Nissan "está garantizado" y confirmó que tanto desde Renault-Nissan-Mitsubishi como desde el Ejecutivo mostraron su voluntad de "seguir trabajando juntos para asegurar la viabilidad de la factoría". Sánchez confirmó que Senard trasladó el "total compromiso" de la corporación automovilística con España y con la transición ecológica que está experimentando el sector del automóvil en la actualidad.
"Nuestro Gobierno apoya su apuesta por la producción de vehículos eléctricos en Barcelona", aseguró el presidente español, que estuvo acompañado en esta reunión por la vicepresidenta tercera para Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
Recelo y cautela en Nissan y sindicatos
Desde Nissan se ha optado por mantener silencio en relación con las afirmaciones de Pedro Sánchez y del compromiso transmitido por Senard en ausencia de directivos de la compañía japonesa. La alianza de Renault y Nissan pasa por uno de sus peores momentos desde que se puso en marcha con caídas en bolsa a raíz de las informaciones que apuntan el malestar de los directivos japoneses, que estarían estudiando un divorcio de los franceses, que fue negado por las dos partes.
Fuentes sindicales han acogido con cautela las declaraciones del presidente del Gobierno a la espera de que Nissan anuncie la concreción del plan de reestructuración y los efectos que pueda tener sobre Barcelona. Hasta ahora, los sindicatos se habían mostrado pesimistas sobre el futuro de la planta catalana debido a su bajo nivel de actividad (26% de su capacidad) y a la falta de adjudicaciones de nuevos modelos de cara al futuro. "Deja una pequeña luz al final de un túnel oscuro y muy largo", han indicado fuentes de UGT en relación con la afirmación de Sánchez.
"Es difícil respirar optimismo viendo las bajísimas producciones que tenemos, y si a eso le sumas que vemos como cada vez somos menos plantilla y que la planificación de futuro hace agua por todos los lados, el panorama comienza a ser caótico", indicó CCOO el martes en una nota enviada a la plantilla.