La reindustrialización de las fábricas de Nissan de Barcelona y de Montcada i Reixac ya está, por fin en marcha. Ha sido posible gracias al proyecto impulsado por empresarios catalanes que han rescatado la marca Ebro junto con la multinacional china Chery y al apoyo de las administraciones y, por supuesto, de unos 1.200 exempleados de Nissan que estaban pendientes de recolocar. "Ebro es un modelo de convivencia", aseguró Pedro Calef, CEO de Ebro, en una entrevista con Coche Global coincidiendo con el relanzamiento comercial de la icónica marca española.
Tras presentar los nuevos SUV Ebro S700 y S800, basados en modelos de Chery, Pedro Calef destacó el espíritu colaborativo y la visión global que han permitido a la renacida marca española convertirse en un ejemplo de reindustrialización. "Ebro es un modelo de convivencia. Hemos logrado un entendimiento entre países, empresas, trabajadores y autoridades. Creemos que es el camino a seguir", aseguró Calef en referencia a los difíciles equilibrios conseguidos, que han tenido que vencer incluso el clima de enfrentamiento entre la UE y China a raíz de los aranceles a la importación de los coches eléctricos.
Un proyecto industrial local con proyección global
Ebro, que acaba de iniciar la comercialización de sus modelos S700 y S800 en España, es fruto de una colaboración singular con el gigante chino Chery y representa una apuesta por el resurgimiento de la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, aunque por ahora con el montaje final de coches fabricados en China y en los próximos meses con tareas de fabricación como la pintura y la soldadura.
Según Calef, el proyecto no solo busca recuperar el legado de Ebro como símbolo de robustez y de la automoción, sino también adaptarlo a los desafíos de la industria actual y del contexto de la reindustrialización. "Estamos fabricando vehículos en la fase de ensamblaje, y en 2025 avanzaremos hacia una producción completa que incluya soldadura y pintura. Esto también permitirá la incorporación progresiva de trabajadores, con el objetivo de alcanzar el reempleo total de los afectados por el cierre de Nissan".
La colaboración con Chery también incluye el montaje de los modelos Omoda y Jaecoo en la planta de Barcelona a partir de finales de 2025, lo que consolidará la posición de Ebro como un hub de fabricación global.
Voluntad de negociación
"Nosotros tenemos una cultura comercial en la que estamos acostumbrados a llegar a acuerdos y eso es lo que hemos hecho", indicó el directivo, una de las figuras clave en el laborioso proceso junto a Rafael Ruiz, CEO de EV Motors, la matriz empresarial de la que surgió el proyecto. El precedente de esas negociaciones y de la metodología en la reindustrialización de Nissan ha inspirado el protocolo para casos similares que incorpora la la nueva Ley de Industria.
"Es un proceso de reindustrialización de los más grandes que han existido en los últimos años -explica Calef- y la implicación de todas las entidades que han estado participando ha sido esencial, tanto a nivel empresas como a nivel de trabajadores con los sindicatos como a nivel de autoridades. Todas las instituciones han puesto todo de su parte, todos hemos puesto todo de nuestra parte para que esto llegue a buen fin".
Previsiones ambiciosas "paso a paso"
Ebro espera vender entre 20.000 y 30.000 unidades en 2025, aunque el CEO admite que las condiciones del mercado son un desafío constante al que hay que estar atentos. "El sector está en evolución continua, y nosotros tenemos que adaptarnos", explicó Pedro Calef. Para conseguir esos ambiciosos objetivos, la marca Ebro ha reaparecido con un precio competitivo que parte de 27.900 euros para el S700.
Aunque el desembarco inicial de Ebro ha sido en España, el país en el que surgió la marca de vehículos industriales y también de todoterrenos hace 70 años, el consejero delegado de Ebro mira más allá de los Pirineos. "Nosotros hemos empezado ahora por España pero vamos a seguir dando pasos. Evidentemente miraremos hacia otros países".
Sobre el futuro de Ebro, Calef prefiere mantener una perspectiva de prudencia pese a la ambiciosa hoja de ruta presentada en sociedad para los próximos años. "La ilusión por la marca es palpable, hay expectación, y tenemos muchas aspiraciones pero hay que ir paso a paso y avanzar sobre seguro".
Ebro también tiene entre sus proyectos poner en marcha un centro de I+D en Barcelona en colaboración con Chery, fortaleciendo aún más su capacidad tecnológica y de innovación. "Es un proyecto a parte en el que se está trabajando", asegura Pedro Calef, que se resiste a concretar la fecha.