La dirección de NIssan vuelve a sufrir un seísmo a raíz de los acuerdos con Renault, su principal accionista. El presidente ejecutivo de Nissan, Makoto Uchida, ha encontrado una fuerte oposición interna a los acuerdos para un reequilibrio de fuerzas con Renault y para que el fabricante japonés entre en Ampere, la nueva división de vehículos eléctricos de la marca francesa. En ese contexto, Makoto Uchida promovió la vigilancia del que tenia que ser su mano derecha, Ashwani Gupta, director de operaciones de Nissan, que ha dejado la compañía.

El encargo de la vigilancia sobre Gupta lo desveló Hari Nada, asesor de Nissan, en una carta sobre la que informó el Financial Times. La vigilancia tiene relación con la oposición a los acuerdos con Renault y la preocupación sobre transferencias de propiedad intelectual hacia la marca francesa, según publica Reuters. Según reveló Nada, la decisión de Uchida se debe a la desconfianza hacia Gupta al verlo como un obstáculo para la negociación en marcha con Luca de Meo y Domique Sénard, CEO y presidente de Renault, respectivamente. 

Renuncia de Gupta

Nissan anunció hace unos días la marcha de Gupta el día 27 de junio "para buscar otras oportunidades". La retirada coincidirá con la junta general de accionistas. En un comunicado, la dirección de Nissan destacó que Gupta "ha sido fundamental en el desarrollo y la ejecución del plan de transformación Nissan NEXT , que se centra en establecer las bases del negocio de Nissan hacia el crecimiento", y ha ocupado puestos clave de liderazgo y ha sido "una fuerza impulsora en varios proyectos de la Alianza durante varios años, lo que ha resultado en muchos logros".

Nissan indicó a Reuters, en respuesta a la información sobre la vigilancia de Gupta, que "se contrataron terceros independientes para verificar los hechos y llevar a cabo las acciones apropiadas". 

El acuerdo firmado en febrero prevé que Renault reducirá hasta el 15% su participación en el capital de Nissan, frente al 43%l, con lo que se iguala con el porcentaje que posee la marca japonesa en la francesa. Esta era una de las peticiones recurrentes de Nissan en los últimos años, que reclamaba revisar la posición de dominio de Renault tras la etapa dirigida por Carlos Ghosn, que pretendía integrar la marca japonesa en el grupo francés poco antes de su detención por presunta malversación de fondos. Tras un periodo detenido, Ghosn se fugó al Líbano. 

Acuerdo entre Nissan y Renault

La negociación del acuerdo ha dejado un importante fleco suelto, que es la venta del 28,4% del que se desprenderá Renault. De momento, esas acciones se depositan en un fideicomiso con el que quedarán "neutralizados" los derechos de voto correspondientes, con lo que Renault no se podrá imponer a Nissan. Sin embargo, Renault mantiene los derechos económicos como dividendos asociados a ese 28,4% que se ha desgajado y dejado en barbecho. Renault ha ingresado hasta ahora importantes inyecciones de beneficios gracias a su participación en Nissan.     

El acuerdo también prevé que Nissan invertirá en Ampere, la nueva división de vehículos eléctricos de Renault, "con el objetivo de convertirse en un accionista estratégico". Ampere está llamada a ser la Renault del futuro y con planes de salida a bolsa para buscar financiación adicional para la puesta en marcha de la movilidad eléctrica. 

El papel de Hari Nada

Nissan calificó la reestructuración como un paso hacia "una gobernanza equilibrada y una participación accionarial cruzada para fomentar eficiencias operativas", y es que ambas compañías tendrán derecho a voto inherente a sus acciones. El fabricante japonés considera estos acuerdos como "un hito importante" para "la definición de los nuevos cimientos" de su asociación con la firma francesa, y dijo que son el resultado de "varios meses de conversaciones constructivas".

Hari Nada también dijo en su carta que creía que Makoto Uchida se había excedido en su autoridad al hacer concesiones y compromisos en lo que llamó acuerdos secretos con Luca de Meo. Hari Nada tuvo un papel importante en el freno a los planes de Carlos Ghosn de fusionar Nissan con Renault, que no pudo llevar a cabo por su detención acusado de desvío de fondos. Poco después, Ghosn se fugó al Líbano, su país natal.  Nada cooperó con los fiscales a cambio de evitar el enjuiciamiento en el caso Ghosn.