La alianza de Renault, Nissan y Mitsubishi ha dado más detalles, aunque no todos, sobre el acuerdo alcanzado para el nuevo equilibrio de fuerzas en el que los japoneses ganan a los franceses. El arreglo de ingeniería financiera y societaria para igualar las participaciones cruzadas del 15% de Renault y Nissan se mantendrá 15 años, aunque en ese periodo Nissan tendrá preferencia para formular una oferta de compra por el 28,4% del capital depositado en un fideicomiso.
Una semana después de anunciar que había un acuerdo después de meses de una difícil negociación, los máximos dirigentes de las tres compañías aliadas han comparecido en Londres en una conferencia para analistas financieros y para la prensa. Con caras serias, sin ninguna euforia, los directivos han presentado una nueva refundación de la alianza en sus 24 años de historia, aunque esta vez tiene más calado al deshacer el camino que hizo Carlos Ghosn para dar la hegemonía a Renault tras haber rescatado de la quiebra a Nissan.
Nissan se impone a Renault
Ahora, 24 años después de la compra del primer paquete accionarial por parte del fabricante francés, Nissan es más poderosa que Renault, su principal accionista. Makoto Uchida, consejero delegado de Nissan, ha dejado clara la importancia de abrir una nueva etapa en las relaciones con Renault. "Tenemos que construir una cultura de confianza y respecto", ha indicado Uchida.
El acuerdo presentado es un punto y aparte con un final abierto. El compromiso alcanzado es que Renault renuncia a su hegemonía en el consejo de administración de Nissan al dejar en barbecho el derecho a voto del 28,4% del capital depositado en un fideicomiso durante un plazo de hasta 15 años. Renault se reserva el derecho a imponer su criterio en las votaciones de decisiones estratégicas como el nombramiento de directivos de la cúpula de Nissan.
Nuevo accionista en Nissan
Al mismo tiempo, Nissan tendrá derecho a voto por el 15% que tiene en Renault y comprará un 15% de la nueva filial de movilidad eléctrica Ampere del fabricante francés.
Sin embargo, el objetivo final es vender esas acciones de Renault cuando se den unas condiciones favorables en la cotización y en los mercados. La decisión de vender la tomará Renault como propietario de esas acciones, aunque lo negociará con Nissan, que tendrá la opción preferencial de presentar una oferta de compra propia o bien de algún socio de su confianza.
"No queremos que haya un impacto negativo en Nissan. Ese dinero lo utilizaremos para otros proyectos. La buena noticia es que podemos monetizar eso", ha admitido Luca de Meo, consejero delegado del grupo Renault. A corto plazo, Nissan seguirá entregando a Renault unos dividendos que en los últimos años se han convertido en oxígeno para las cuentas del fabricante francés.
Más producción cruzada
De Meo ha destacado el potencial del acuerdo al intensificar las sinergias industriales y comerciales que ya estaban en marcha para repartirse mercados y compartir fábricas. Renault volverá a fabricar vehículos en México por primera vez en 20 años con un nuevo modelo que se ensamblará en las instalaciones que tiene en ese país su socio Nissan. A cambio, Nissan intensificará la producción de camionetas en la factoría argentina de Renault en Córdoba. ese acuerdo incluye la pickup Renault Alaskan, que se fabricaba en la planta de Nissan de Barcelona hasta su cierre en 2021.
"Podemos preservar la escala y que cada marca actúe por su cuenta", ha asegurado De Meo para explicar las ventajas del acuerdo para reimpulsar la alianza franco-japonesa.