Nissan pondrá en marcha con urgencia un plan de reestructuración tras un descalabro de los resultados. La empresa despedirá a 9.000 empleados, aproximadamente el 7% de su plantilla global, y reducirá su capacidad de producción en un 20%. Este ajuste llega tras un desplome del 93,5% en el beneficio neto de Nissan durante el primer semestre del año fiscal, con una caída hasta 19.223 millones de yenes (116 millones de euros).
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La compañía tiene previsto ajustar su producción global y revisar operaciones en todas sus plantas, pero aún no se han especificado las regiones afectadas. Makoto Uchida, CEO de Nissan, destacó que el objetivo es mejorar la eficiencia operativa y adaptar la empresa a un entorno de negocios en constante cambio. Nissan busca ser "más aerodinámica y resiliente", en lugar de simplemente reducir su tamaño.
Además, se planean cambios en la cúpula directiva y recortes en las remuneraciones de los altos ejecutivos. Uchida, que se rebajará su sueldo en un 50%, reconoció que la empresa ha fallado en adaptarse rápidamente a los retos actuales, entre ellos la caída de la demanda global, el encarecimiento de materiales y la escasez de semiconductores.
Resultados financieros
Durante el periodo abril-septiembre, el beneficio operativo de Nissan cayó un 90,2%, situándose en 32.908 millones de yenes (198 millones de euros). Las ventas globales también se contrajeron un 2,8%, alcanzando 809.000 vehículos. El mercado norteamericano, el más importante para Nissan, registró un descenso del 0,2%, mientras que las ventas en China cayeron un 12,5%.
La compañía enfrenta dificultades adicionales debido a una cuota de mercado reducida en vehículos híbridos y eléctricos frente a rivales como Toyota y Honda. En China, Nissan enfrenta una creciente competencia de fabricantes locales, lo que agrava la acumulación de inventarios.
Perspectivas
Nissan no ha ofrecido una proyección clara de su beneficio neto para el cierre del año fiscal, que concluye en marzo de 2025. Sin embargo, prevé una disminución del 73,6% en su beneficio operativo anual, estimado en 150.000 millones de yenes (906 millones de euros). A pesar de estos desafíos, la empresa espera un leve aumento del 0,1% en su facturación total.