La fábrica de Nissan de Barcelona ha reanudado este lunes la producción, aunque de forma parcial, después de casi cinco meses de parón de la actividad. Las líneas de montaje de la Zona Franca se habían mantenido inactivas desde mediados de marzo con la excepción de unos días a principios de mayo, hasta que la huelga indefinida de la plantilla hizo imposible mantener la actividad.
La línea de montaje número uno de Nissan en la planta de Barcelona ha reanudado este lunes la producción con un turno para ensamblar la furgneta eléctrica e-NV200. Según han confirmado fuentes de la compañía, la reanudación de la producción "según lo previsto" ha sido posible a pesar de la ausencia de los empleados de la subcontrata logística de Acciona gracias al bajo volumen de unidades y a las existencias de piezas disponibles.
La vuelta a la producción estaba prevista para el pasado día 24 de agosto en las dos líneas de montaje de Nissan en Barcelona, aunque la empresa tuvo que aplazarla debido a la rescisión del contrato de logística de Acciona para la preparación de los componentes dentro de la planta. Acciona alegó que Nissan la habia abocado a una situación insostenible que le ha llevado a presentar un ERE para despedir a los más de 500 empleados que prestan servicio en el fabricante japonés de vehículos.
Prueba de fuego de la 'pick up'
La prueba de fuego para Nissan tendrá lugar la semana que viene, cuando está previsto que la línea dos reanude la producción de la 'pick up' Nissan Navara y Renault Alaskan, y de las unidades pendientes de Mercedes Clase X, que canceló el contrato con el fabricante japonés. La línea dos tiene un volumen más alto de producción y requiere un servicio logístico para preparar los componentes que se necesitan en el ensamblaje.
Entre las soluciones que estaba estudiando Nissan se encuentran la búsqueda de un proveedor alternativo y la recolocación de empleados de la propias plantas de Barcelona, Sant Andreu de la Barca y Montcada i Reixac para desarrollar ese trabajo. Los 500 afectados de Accion han reclamado a la empresa española que retire el ERE y que negocie con Nissan la continuidad del servicio al considerar que no existe causa justificada para los despidos. Las movilizaciones que han emprendido buscan, además de la retirada del ERE, conseguir las mismas indemnizaciones que pactaron los 2.525 empleados afectados por el cierre de Nissan, que se aplazó hasta diciembre de 2021.
Nissan fabricó únicamente 224 vehículos a principios de mayo antes de que la huelga indefinida secundada en la planta de componentes de Montcada dejara a Barcelona sin piezas imprescindibles.