La dirección de Nissan ha firmado un acuerdo en un tiempo récord sobre la viabilidad de la fábrica de componentes de Cantabria. El pacto alcanzado para reducir la jornada laboral e implantar un ERTE se ha conseguido poco antes del intento de la plantilla de Nissan de Barcelona de bloquear la factoría, que abastece de piezas clave a Renault y Nissan en toda Europa.
La dirección y el comité de empresa de Nissan han alcanzado la pasada madrugada un preacuerdo para mantener operativa con más inversiones la planta de Los Corrales de Buelna (Cantabria). Según han informado a Europa Press fuentes sindicales, el preacuerdo está "más mejorado" que la última propuesta planteada por la empresa.
La dirección de Nissan ha indicado que el acuerdo, que prevé una reducción de jornada del 5% y un ERTE, permite inversiones superiores a los 40 millones de euros durante el plan, que garantizan una ocupación de planta del 75%. Para el director general de operaciones de Nissan en Los Corrales de Buelna, Eduard Reimondez, con este acuerdo trasladan "un mensaje del compromiso de la planta y la apuesta decidida por su futuro".
El objetivo de esta negociación era lograr un plan de competitividad hasta 2023. El plan para la factoría de fundición y mecanizado cuenta con el apoyo de la administración y tenía que estar aprobado antes del 26 de junio. Después, se trasladará a la dirección global de la compañía nipona para obtener su validación en julio. Los objetivos del plan son la mejora del rendimiento de la planta, el aumento del volumen de negocio y la renovación de las instalaciones, incluyendo la introducción de nuevas tecnologías, lo que debe permitir una reducción de los costes por unidad producida del 28% en cuatro años.
Empleados de Barcelona a Cantabria
Los comités de empresa de las fábricas de Nissan de Barcelona, Sant Andreu de la Barca y Montcada i Reixac han intentado desde el inicio del proceso de cierre comunicado por la multinacional implicar a la plantilla de Cantabria por la importancia estratégica de esta factoría. Un parón en el suministro provocaría un efecto dominó con el cese de producción en las factorías de Renault y Nissan de Europa en cuestión de días.
La hoja de ruta de las movilizaciones en contra del cierre de las fábricas catalanas, que afectan a unos 3.000 empleados, incluye el bloqueo del tráfico de camiones de la planta de Cantabria a partir de la semana que viene, justo cuando comenzará el periodo de consultas de un mes del ERE. Los sindicatos hicieron un llamamiento a los trabajadores de Barcelona a desplazarse a Cantabria en la última protesta, que consistió en un escrache ante el domicilio del negociador del cierre de Nissan, Frank Torres, en Sant Cugat del Vallès.