El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado de forma evidente la mala relación existente con Nissan. Después de hablar con el consejero delegado de Nissan, Makoto Uchida, el presidente del Gobierno ha asegurado que la compañía decidió el cierre de las fábricas de Barcelona hace bastante tiempo.
El jefe del Ejecutivo español destacó, en una entrevista en La Sexta, que la compañía automovilística tenía tomada la decisión desde hace tiempo, incluso antes de la crisis derivada de la pandemia del coronavirus.
Esa afirmación contrasta con el anuncio que hizo Pedro Sánchez en enero pasado, después de reunirse con el presidente de Renault y de la alianza con Nissan, Jean-Dominique Senard, de que la compañía había garantizado el empleo en la planta de Barcelona. Además, tanto el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, como Frank Torres, el directivo que dirige la negociación del ERE de cierre, cuentan con un largo historial de promesas incumplidas y de afirmaciones negando la decisión del cierre hasta poco antes del anuncio oficial por videollamada.
Las declaraciones de Pedro Sánchez se producen después de que el secretario de Industria, Raül Blanco, calificara de "desfachatez" las afirmaciones de De Ficchy en las que justifica el cierre porque la planta de Barcelona es inviable, una situación que alto cargo del Ejecutivo atribuyó a las decisiones de la multinacional de dejar de invertir hacee años y quitarle modelos.
Decisión "equivocada"
Sánchez ha aseguado que ha hablado con el consejero delegado de Nissan, Makoto Uchida, quian le ha transmitido que la decisión está tomada. Para el presidente del Gobierno, se trata de una decisión "equivocada", ya que España es un país competitivo para la fabricación de vehículos y porque Nissan se ha quedado como único centro en Europa una planta en Reino Unido, que va a quedar fuera de la Unión Europea.
La decisión de Nissan de cerrar sus centros en Barcelona está en línea, según Sánchez, con su intención de reducir su presencia en el mercado europeo y apuntó que desde hace tiempo habían dejado de invertir en sus centros en Cataluña.
Sánchez explicó que el Gobierno no se desentiende del presente y del futuro de los trabajadores de Nissan en Cataluña y apuntó que se está trabajando para dar un futuro laboral a estas personas. En esta línea, señaló que el objetivo también es asegurar un futuro a la Zona Franca de Barcelona, para que se convierta en un "polo" que concentre la transformación que se va a producir en el sector del automóvil.
Revilla apoya a los manifestantes
Una representación de los 2.525 empleados afectados por el ERE de Nissan y de los hasta 20.000 empleados de empresas proveedoras con sus puestos en peligro se han manifestado este jueves en Santander y Los Corrales de Buelna, donde se encuentra la planta de componentes de la compañía. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se ha comprometido con los manifestantes a trasladar a Pedro Sánchez su petición de modificación de la normativa sobre los ERE en la reforma laboral para que la Administración recupere la autorización previa como vía para frenar el cierre.
Revilla ha dicho que el cierre de las plantas catalanas es una "mala noticia" para España y para Cantabria, ya que también afecta a la fábrica de Los Corrales, y ha asegurado que cumplirá el "encargo" de los trabajadores de que traslade al Gobierno que modifique el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores.